Son la puerta de entrada a nuestra mirada, un imprescindible objeto de seducción y, sin embargo, ¿sabemos cuidarlas? A lo largo del día y de la noche, nuestras pestañas se debilitan, se caen y, en algunos casos, desaparecen para siempre.

El número de pestañas del ojo humano oscila entre 100 y 150 en el párpado superior y entre 60 y 80 en el inferior. Sin embargo, retirar las sombras oscuras –tan de moda hoy en día- y el rímel frotando los ojos, utilizar cosméticos de mala calidad, o usar rizadores sin saber cómo hacerlo, pueden provocar un debilitamiento y caída de nuestras pestañas.

En una reciente entrevista al periódico El País, la dermatóloga española Carmen Carranza Romero explicaba que las pestañas “tienen una estructura similar a la del cabello y están formadas por escamas de queratina lo que las hace flexibles y resistentes. Su coloración es debida a la melanina y crecen muy lentamente, de manera casi imperceptible”. Su función es muy importante, señalan los expertos, ya que protegen los ojos de objetos externos que pueden entrar y dañar el globo ocular y además filtran la luz del sol para evitar la irritación del ojo.