Actualmente por el ritmo de vida y las presiones laborales, cada vez son más las personas que comen frente a una computadora. Sin embargo, este hábito es más peligroso de lo que se cree. El escritorio de trabajo es considerado uno de los ambientes más contaminados que existen. Sólo en el teclado, mouse y mesa contienen 400 veces más bacterias que un baño.
Adicional a ello una reciente investigación desarrollada por la Universidad de la Ecología Humana, en Ucrania, indicó que “el campo electromagnético de la computadora destruye la estructura molecular del agua y la comida, haciéndolos nocivos para nuestra salud”.
Los científicos del estudio colocaron frente a una computadora una serie de alimentos, para posteriormente analizarlos. Los resultados arrojaron que la estructura molecular de los alimentos se ve afectada de manera negativa y eso tiene consecuencias en el organismo. Esto hace que los alimentos pierdan propiedades y muchas veces generen trastornos y enfermedades en el organismo. Los efectos negativos de los alimentos pueden desarrollar a largo plazo trastornos como la enfermedad de Alzheimer o Parkinson.
Comer frente al escritorio puede generar sobrepeso. Los estudios indican que la alimentación es una actividad que debe concentrar todos los sentidos. Si se está atento a otras cosas no se mide las cantidades de alimentos, por lo que se come más de lo que se debe.