Actualmente ver el televisor es un hábito que las personas han adoptado como algo cotidiano en su vida. La mayoría de las personas aprovechan la hora de la comida para ver su programa favorito o ver las noticias. También es habitual que los adultos almuercen frente al ordenador, para no perder tiempo y seguir trabajando. Estos dos hábitos tan arraigados en la sociedad actual tienen consecuencias negativas.
Estudios recientes realizados en Gran Bretaña han develado que mirar la televisión mientras se come puede tener efectos negativos sobre el peso corporal. Y es que este artefacto constituye un verdadero factor de distracción y distorsiona la conciencia de lo que se come. Como consecuencia se ingiere muchas más calorías de las que se necesita, no sólo en el momento de mirar la televisión, sino también durante el resto del día. Se estima que quienes comen distraídos consumen un25% más de calorías diarias.
Los niños son los más perjudicados. En promedio los niños pasan dos horas frente al televisor cada día, en ese momento aprovechan para desayunar, almorzar, merendar o cenar. En ese lapso se suelen consumir más patatas fritas, galletas, dulces, refrescos y comida chatarra. Esto conduce al sobrepeso y otras enfermedades tales como colesterol o diabetes.
Mirar el televisor inhibe la sensación de saciedad, ya que el cerebro está enfocado en otras cosas. Otra cuestión a tener en cuenta es que se llevan los alimentos a la boca de manera mecánica, lo que nos puede provocar, además de sobrepeso, dolor de estómago y atracones.
Una opción es dejar de consumir snaks mientras se ve el televisor y cambiarlos por alimentos más saludables como fruta o verdura. Los expertos señalan que no es bueno hacer una rutina el ver el televisor mientras se come, médicos señalan que es mejor darle tiempo a cada actividad sin combinar ambas.