COLUMNA: PIEDRA DE SOL

                                                                                          

   Por: Gerald  Rodríguez. N

El primer paso es que el futuro poderoso debe de estar siempre sin trabajo, esperar que los suegros inviertan, que la esposa tenga su complejo de inferioridad, que sea amigos de la mesocracia que aspira el poder, que algún amigo relacionado con el narcotráfico esté disponible para lavar dinero desde el poder logrado. La esposa debe conocer muy bien a los que harán del gobierno un medio para logar ganancias familiares que les beneficiarán. El candidato, o futuro gobernador o presidente, se debe de abstener de sonreír en público o de ver quiénes ocuparán los cargos, eso solo es ya es un deber casi patriótico de la esposa.

Dejando de lado los discursos exaltantes, reivindicativos que agitaron masas, las propuestas mentirosas, que ya desde la campaña se sabían que eran imposibles lograr, el Presidente o Gobernador solo debe hablar de cifras inexistentes, echar la culpa al anterior gobierno, no quitarle espacio a la esposa, que de hecho estará muy ocupada preparando el plan de gobierno familiar. Jamás el esposo debe parecer Presidente o Gobernador, la mujer debe parecer y ser la que gobierna, en defensa de los intereses familiares de los que prepararon el manual de gobierno. No les convendrá gobernar una sola vez, para eso la mentira debe de ser siempre fresca, salida recién de los tecnócratas, para ver si se repite posteriormente el plato. Para aparecer en público, el esposo que pareciese que gobierna, debe huir de la prensa, para que la esposa declare, para que se divierta con los periodistas. Nunca se debe responder a las preguntas que estén relacionadas a las denuncias de las mineras y de las empresas que causan atropello a la población. Se debe hacer propuestas mentirosas, para que en las próximas elecciones la recuerden por lo dicho en ese momento.

La esposa se debe comerse a la prensa con frases fuera de sitio o que le hagan ver que es ella la que manda, eso está dicho. Luego los titulares serán para ella, las amas de casas la admirarán su valentía feminista, los hombres odiarán al macho Gobernador que eligieron por dejarlos mal. El público no se debe preocupar por lo que si cumple o no por lo que dijo en campaña. La prensa que desmiente sus dichos lo deben considerar para otro manual. La esposa debe mostrarse carismática y bonachona con los más necesitados, especialmente si es para la foto de recuerdo  del electorado. La protesta de los sindicalizados que pedirán mejoras de sueldos, y otros, debe ser ignorada. La esposa debe de declarar siempre que estamos en malos momentos, que llegó la austeridad, para llenar las tarjetas platinium y vestirse con ropas costosas para los eventos con pobres y convencer a la población que algo se hace. Los suegros del gobierno conyugal, o deben salir a destrozar a la mala gestión, o mostrarse como víctimas de las acusaciones de terrorismo y narcotráfico, a pesar que fueron culpables. Si existe algún pariente encarcelado o huido de la justicia, la esposa, o debe de hacer ver que la justicia es eficiente para tenerlo en la cárcel, o más eficiente aun si no logra dar con el padre o el suegro buscado. Si está en la cárcel, la esposa, Gobernadora o Presidenta posterior, deberá de sacarlo para mostrarse que es, y será siempre, una buena hija para el padre, y más que todo para el pueblo, que de seguro la elegirá si no despierta antes de este amargo letargo, ya que unas cuantas prensas vienen haciendo bulla para que suceda o no eso.