[En obra de agua y desagüe en Requena, Loreto].

1112 Contraloría (Small)

 Igualmente, la municipalidad modificó el contrato de prestación de los servicios de supervisión al no ajustarse a las bases integradas del proceso de selección, lo cual implicó que se pague por gastos generales no acreditados y por servicios que no se prestaron.

La Contraloría General detectó que habría un perjuicio económico de S/ 11 millones 400 mil 084 debido a presuntas irregularidades en la contratación para la ejecución de la obra de rehabilitación y ampliación del sistema de agua potable y alcantarillado en la localidad de Requena, Loreto ocurrido entre el 2012 y 2014.

Una comisión auditora identificó que durante la ejecución contractual, el consorcio a cargo de la obra modificó su programación inicial en forma innecesaria y sin el debido sustento, de esta forma los plazos de cada partida o actividad se extendieron a su favor, todo lo cual fue validado por la Municipalidad Provincial de Requena que efectuó el pago de las valorizaciones, tomando en cuenta dicho calendario.

La Contraloría también detectó que las consultas del consorcio sobre cambios de ubicación y dificultades relacionadas al reservorio elevado, cámara de bombeo de desagüe, tendido de redes de agua y desagüe de las calles Circular, Puinahua, Malecón Tarapacá y San Martín de Porres, sistema eléctrico y las ampliaciones de plazo N° 2 y 3, no contaban con sustento alguno que los ampare. Pese a ello, la municipalidad dejó de absolverlas y de pronunciarse en el plazo legal establecido, permitiendo que queden consentidas, lo que conllevó a que no se aplique la penalidad por mora por los días de atraso y que se genere el reconocimiento al consorcio de mayores gastos generales.

 

Durante la ejecución de la obra se pagó al consorcio por partidas no ejecutadas y otros conceptos que se efectuaron sin sujetarse a lo estipulado en el expediente técnico, como por ejemplo el haber utilizado una sola zanja para colocar la red de agua y desagüe y no respetar la distancia mínima entre ellas (2 metros), pues en varios tramos se observó una separación de solo 20 centímetros, lo que representa un peligro inminente de contaminación de las redes, poniendo en riesgo la salud pública.