Nadie dijo que ser mujer fuese sencillo y quizá una de las dificultades por las que atravesamos todas las mujeres sea la de amarnos a nosotras mismas. ¿Te aceptas tal como eres, con tus virtudes y defectos, o te reprochas constantemente no ser la mujer que anhelas?
Estos consejos te ayudarán a amarte a ti misma:
-Eres firme al decir “no”. Difícilmente haces algo con lo que no estés de acuerdo, aunque eso implique no siempre quedar bien frente a los demás. Si algo no va contigo, no lo haces y punto. No temes mostrar tu carácter para hacer valer tus decisiones.
-Te consientes. Te procuras con detalles que te hacen sentir bien: tu cena favorita, un viaje a solas, un rico masaje en un spa… No sientes que te hace falta alguien para compartir el momento, pues sabes que contigo tienes más que suficiente.
-Cuidas tus relaciones. Sabes que tus relaciones son una parte importante de tu bienestar, por lo que procuras rodearte por personas que dejen algo bueno en tu vida. Evitas las relaciones tóxicas.
-Proteges tu cuerpo. Haces ejercicio, lo alimentas correctamente, evitas someterlo a excesos y le dedicas tiempo al descanso y al sueño.
-Conoces tus límites. Sabes perfectamente qué es lo que te gusta y lo que no. No eres dura contigo misma.
-Trabajas en tus defectos. En lugar de odiar tus defectos y limitarte a criticarlos, haces lo posible por aceptarlos como parte de ti, o bien, por cambiarlos si es que es factible.
-Cuidas tus emociones. No te tomas nada personal ni te deprimes a la menor provocación.
-Asimismo, no lanzas malas vibras a nadie, ni participas en conversaciones cuyo único fin es criticar a alguien más.
-Buscas lo mejor para ti. Conservas lo realmente valioso. No te relacionas con personas que te lastiman de alguna forma.
-Alimentas tu mente. Quizá te encante leer poesía, o tal vez adores las conversaciones enriquecedoras con tus amigos o con extraños. Adoras conocer otros modos de vida y puntos de vista. Te mantienes mentalmente activa.
-Respetas quien eres. Tienes claro que la seguridad y confianza en ti misma comienzan con el respeto que tienes hacia tu cuerpo y tus decisiones.