Hablar regularmente, pero darse su espacio.
Habla todos los días, pero no se presionen, a veces los dos se encuentran muy ocupados. Matea G., trabaja en China desde hace un año mientras su novio vive en Croacia. Dice que se habla por mensaje todos los días con su novio y por Skype los fines de semana.
Es verdad que hablar constantemente es importante, pero no debes hacer esto una carga para nadie. No te olvides de vivir tu vida en tu propia ciudad.
Prioriza visitas en persona.
Haz que cada visita sea una totalmente especial. Ya sea que puedas administrar una visita cada dos semanas o cada dos meses, tenerlas en el calendario con anticipación te dará algo que esperar, especialmente cuando la distancia se siente frustrante.
Compartir las pequeñas cosas. Comparte todas las pequeñas cosas que te sucedieron, para que la otra persona se sienta incluida. Después de todo de eso se trata la vida, de las pequeñas cosas.
Marca tus experiencias y no tengas miedo de revaluar.
Es importante tener en cuenta que la ausencia en sí misma es un componente importante de la relación, so sólo por un pequeño detalle. Estas relaciones son muy difíciles, no te engañes. Aunque prepárate para el desafío, puede ayudar. No te tortures si la distancia está tomando un gran precio de tu felicidad.
Abierta/o de sentimientos.
En una relación a larga distancia, la comunicación, y estar dispuesta a ser un poco vulnerable, son la clave para mantenerse cerca. “Expresa cómo te sientes, te extraño, ojalá estuvieras aquí, etc.”, dice Matea. “Sé fuerte. Es difícil, pero se puede hacer”.