Resumen del video de Hernando de Soto
“El misterio del capital de los indígenas amazónicos”, con comentarios de Jorge Gasché.
Extraer el máximo valor de las tierras a través de la propiedad y la empresa.
àJG: Eso es el objetivo de todo ser humano, según HdS. Y con máximo valor quiere decir: la máxima cantidad de dinero. Dice el Evangelio: “No sólo de pan vive el hombre”, y los miembros de la sociedad bosquesino nos demuestran en su actuar práctico diario que, si bien el dinero es deseable (como ellos mismos lo manifiestan con sus palabras), no merece cualquier esfuerzo para lograrlo (así lo demuestran en sus conductas a quien sabe observarlas estando presente en su vida diaria).
Los mismos indígenas dan atestaciones comunales de propiedad.
à JG: Los bosquesinos han comprendido que frente a las autoridades nacionales los “papelitos valen”, y desde luego corresponden formalmente a estas exigencias (lo que no significa que su entiendimiento y práctica de la “propiedad” haya cambiado).
Los mismos indígenas han parcelado sus comunidades.
àJG: Es cierto que eso ha ocurrido en algunas comunidades como, por ejemplo, en Maranquiari (Ashánincas, Selva Central). Son excepciones y habrá que estudiar bajo qué condiciones han tenido lugar.
Como ya están vendiendo sus productos al mercado, si no tienen propiedad (privada) ya no podrán proteger el medio ambiente y podrían agotar sus recursos naturales.
à JG: Esta relación general de causa a efecto es una afirmación gratuita, sin fundamentación. Testimonia de la imaginación de HdS, ma´s no de su conocimiento de la realidad bosquesina.
Los indígenas amazónicos ya están entrando al mundo del mercado y no son ajenos ni a la propiedad ni a la empresa.
àJG: Hace más de 50 años que han entrado“al mundo del mercado”, y no es por eso que han descubierto los beneficios de la propiedad privada ni de de la empresa. Se distingue en el pensamiento sociológico y económico (amplio, no encerrado en el dogma neo-liberal)“posesión” de “propiedad”. Sólo eso podría incitar a HdS de pensar mejor su propósito. Para que comprenda qué papel social cumple de posesión en el ejercicio de los valores sociales bosquesinos, deberá estudiar más; sin mayor comprensión del universo bosquesino, sus planteamientos aparecen etnosuficientes, impositivos y “ajenos”.
No es posible, en el siglo XXI, controlar territorio, proteger valores culturales ni vencer la pobreza sin empresa ni propiedad.
à JG: Eso es otra afirmación gratuita y arbitraria. Si el Estado respetara y aplicara decididamente las leyes actuales favorables para las comunidades bosquesinas, controlarían perfectamente sus territorios. Si hay deficiencias en el control de su territorio, es por culpa de la pasividad y dejadez del Estado. HdS habla de “valores culturales” que entiende como elementos folclóricos, es decir, comercializables, mas ignora toda noción de “valor social”. También entiende pobreza sólo en términos de ingresos monetarios, quedando ciego sobre otros valores humanos, vinculados a las necesidades ontológicas del ser humano (ver: Sociedad Bosquesina, t. II), y a los que, precisamente, la sociedad bosquesina da, en la práctica (sin jamás decirlo ante un visitante urbano) preferencia antes del dinero.
Según la experiencia del ILD: No hay incompatibilidad entre lo indígena y lo moderno.
à JG: ¿Qué es “lo indígena” para HdS? No lo dice, no lo define, pero, en su discurso, lo propio del indígena es SU cultura, entendido como elementos materiales, lingüísticos, musicales etc. “pintorescos”, “folkloricos” y, desde luego, comercializables (en turismo, artesanía etc.). De hecho, en la medida en que todo “elemento cultural” puede venderse en el mercado, no hay – de acuerdo con HdS – “incompatibilidad entre lo indígena y lo moderno”. Donde, sí, hay incompatibilidad (como lo demostramos en los dos tomos de Sociedad Bosquesina) es entre los valores sociales bosquesinos y los “modernos”: urbanos, capitalistas, individualistas, egoístas, etc.
Alaska, Canadá: indígenas han formado empresas multimillionarias sin perder su cultura.
àJG: ¿Pero han conservado sus valores sociales? – No lo dice, pues los desconoce totalmente, pues para él “sociedad”no existe, y los únicos valores que reconoce y pretende universales son los SUYOS. ¿Siguen satisfaciendo sus necesidades ontológicas de manera equilibrada como lo hacían tradicionalmente? – Sólo nos hace escuchar a dirigentes inuit de Alaska que manejan su negocio. No asombra que se muestren contentos; cualquier empresario lo sería.
La comunidad tienes sus linderos, pero al interior son los comuneros propietarios como cualquier peruano.
à JG: ¡Falso! – Nuevamente, HdS desconoce que la noción de “propiedad” puede esconder distintas prácticas sociales, de las que la de la “propiedad privada” (la única que él conoce!) es sólo UNA entre varias posible y adoptadas por diferentes pueblos y sociedades. La ignorancia histórica y sociológica de HdS es asombrosa para una persona que pretende ser un ejemplo de “hombre culto”.
Indígena: “Somos colectivos, pero al interior es en forma individual”.
à JG: El indígena que se expresa sí, lo dice muy bien con los instrumentos conceptuales y palabras en castellano que él maneja: “en forma individual” (no individualista!), es quiere decir que cada unidad doméstica tiene acceso a cierta cantidad de chacras, purmas y bosques que le vienen de sus padres. Pero en caso de estrechez o de la llegada de una nueva familia a la comunidad, una unidad doméstica puede pedir a otro comunero, al que sobran, el permiso de usar sus purmas antiguas. Precisamente,“propiedad” no significa “acaparamiento” como en la sociedad urbana, capitalista, y negociaciones y ayuda mútua, intercambio y solidaridad, mitigan“socialmente” esta noción tan fundamental para HdS, quien carece de la fineza intelectual necesaria para percibir las prácticas sociales bosquesinas, reveladoras de sus valores sociales, y se encierra en SU discurso con la certeza que las palabras que usa significan lo mismo para todos (ya que sus interlocutores indígenas tambien hablan el castellano).
Los títulos otrogados por el Estado no son más que pedazos de papel.
à JG: … como cualquier documento del Estado peruano que no está respaldado por la voluntad política de su aplicación en los hechos. Otra vez, HdS atribuye responsabilidades que son del Estado a los indígenas. Los títulos son el producto de esfuerzos durante años de parte de los comuneros para conseguirlos, con el apoyo, precisamente, de ciudadanos comprometidos, ya que el Estado, precisamente, nunca quiso aplicar su propia ley (pretextando siempre la falta de fondos, cuando este problema sólo es un problema de priorización política).
No tienen los mecanismos que los concectan con el crecimiento económico:
àLo que HdS llama “crecimiento económico”¿a quiénes beneficia en mayor escala? Los informes de organismos mundiales son contundentes al decir y demostrar estadísticamente que la brecha entre ricos y pobres ha aumentado en esos años de globalización.
Los derechos de propiedad formal para
adjudicar, arrendar, dar en posesión, uso, usufructo, servidumbre, acceder al crédito, al capital, al seguro, y otras funciones: comprar, vender, permutar, donar, transferir, hipotecar, ceder en pago, dar anticipos de Legítima.
àJG: Como si estos mecanismos capitalistas fueran los únicos a mejorar la satisfacción de TODAS la necesidades ontológicas (ver t. II de Sociedad Bosquesina). Hasta la fecha, no hemos observado que el crecimiento económico (ya realizado en el país. como tan soberbiamente lo proclamó A. Garcia) haya empezado a aumentar la satisfacción de TODAS estas necesidades.
Estos derechos hacen que los bienes tengan un mayor valor
àJG: Nuevamente, diciendo “valor”, HdS sólo habla de dinero; es lo único que un economista neo-liberal conoce. La sociedad bosquesina y la historia de las sociedades humanas nos muestran que erigir en un valor absoluto el único dinero, es sólo lo propio de UNA forma de sociedad: la capitalista. Es decir, se trata de un caso particular de sociedad, al lado de muchas formas posibles de sociedad que tendríamos que evaluar para orientarnos en la satisfacción completa y equilibrada de TODAS nuestras necesidades ontológicas.
Los títulos que reciben las comunidades prácticamente no tienen ninguna función: por eso están constantemente invadidos, su titulación se desactualiza (¿???), por lo que su credibilidad empresarial casi no existe. Sólo valen dentro de la comunidad, por eso las comunidades están aisladas del Perú y del resto del mundo, e incluso entre sí. El título de CCNN separa a las etnicas en vez de unirlas.
àJG: Nuevamente HdS repite la misma cantaleta. Si los territorios indígenas son invadidos por colonos y, peor aún, por petroleras y mineras, es porque el Estado no hace respetar sus propias leyes y documentos oficiales, que en un verdadero Estado de Derecho, tendrían precisamente, su “función” (legal, política, económica etc.) – Las comunidades bosquesinas han sido separadas entre ellas por la creación de “comunidades” por la Ley de Comonidades Nativas, es decir, por el mismo Estado. AIDESEP, desde años, viene luchando para titular territorios continuos y coherentes de “pueblos”. En Colombia, los “resguardos indígenas” corresponden a esta aspiración indígena. Vemos aquí una flagrante ignorancia de la historia de los movimientos organizativos indígenas en América Latina que lleva a HdS a formular falsedades! – En México y en los mismos EE.UU: existen “empresesas comunales” basadas en el uso colectivo de la tierras. Pero, HdS deja del lado todo lo que no coincide con sus prejuicios.
Las tierras de la mayoría de las CCCN no cuentan con referencias geográficas. Hay superposición de catastros: territo indígenas, mineras, petroleras, concesiones forestales. La deficiente titulación no permite a los indígenas de entender su ecología (¿??) y beneficiarse por compensaciones por no haber depredado.
àJG: Este párrafo sólo alude a deficiencias técnicas, fundamentalmente superables, si hay voluntad política. – Si hay superposición de catastros, la culpa tiene el Estado – responsable de la confección de los catastros – por no haber vigilado para que eso no ocurra y haber cedido a presiones económicas (y coimas ¿??) de parte de las empresas privadas más poderosas e interesadas en los recursos que abriga la Amazonía. – Los indígenas siempre han entendido su“ecología” (sino, no hubieran podido vivir en la Amazonía durante miles de años, sin destruirla).
Los derechos empresariales:
Contar con una organización y jerarquía empresarial
Tener responsabilidad limitada
Poder separar patrimonios y proteger el capital de la empresa
Distinguir claramente entre los derecvhos de la familia, la tribu o la comunidad y los derechos de la empresa.
Aportar capital al patrimonio empresarial.
Emitir acciones y bonos.
Acumular activos
Transferir el valor de la empresa a través de acciones
Garantizar créditos
Construir un récord empresarial y asumir responabilidad frente a terceros.
àJG: Aquí la contradicción entre los valores sociales predicados por HdS y los valores sociales bosquesinos es flagrante, y con eso, la falta de intercomprensión entre el discurso de HdS y el entendimientos y lenguaje de sus interlocutores indígenas. – Basándose sobre lo que los comuneros le dicen o han dicho en sus múltiples “talleres”, HdS comete el error de tomar las palabras por hechos. Para que conozca los hechos, debería convivir 6 meses o un año con una comunidad y no tanto hablar él mismo, sino escuchar y comparar las palabras bosquesinas con los actos de los hablantes. La realidad bosquesina (la “verdad”del bosquesino) no reside exclusivamente en lo que él dice de ella – sobre todo cuando habla a un interlocutor urbano –, sino también, de manera dialéctica, en cómo él actúa e interactúa con sus co-comuneros y con los visitantes urbanos (pues son los actos que transforman el mundo).
Los indígenas no tienen estas ventajas (¿?), operan sin responsabilidad limitada, es decir: con alto riesgo, sin crédito ni capital. Como sus título no distinguen entre los bienes de la comunidad y de los indivíduos, no tienen activos para garantizar créditos, o capital para aportar a una empresa. Además, cuando un indígena se muda, pierde su propiedad en la comunidad, por lo que su capacidad de acumular es casi nula.
à JG: HdS llama “ventaja” lo que a ÉL le parece así, sin preocuparse si eso también lo es para personas que tienen los valores sociales bosquesinos (como los definimos e ilustramos en los dos tomos de Sociedad Bosquesina) como ideales que les orientan en la vida y les dan mayor satisfacción. La etnosuficiencia de este autor es “aplastante” para cualquier ciudadano algo ingenuo y para los políticos de antemano ganados al discurso neo-liberal globalizante.
Que los indígenas no crean que están predestinados a hacer micro-empresa.
Alaska: petroleo en propiedad, explotado en macro-empresas, para formar indígenas en petroleo etc, con los recursos: defensa del territorio. Ahí los indígenas pueden vivir como quieran: los que quieren cazan, los que quieren pescan, otros trabajan en la empresa, carreras administrativas.
àJG: No se señaló en el video que los indígenas de Alaska, invitados a participar en calidad de modelos por imitar, son dueños del suelo y el subsuelo. Esta situación es diferente a la que se presenta en el Perú en donde la propiedad comunal no abarca el subsuelo ni la cobertura vegetal del bosque y por tanto las riquezas no pueden ser explotadas y manejadas de esta misma manera “privada” por los indígenas.
Uds también pueden participar en la macro-empresa como lo hacen indígenas y tribus en varias partes del mundo.
à JG: Por todo lo anteriormente dicho, el “Uds pueden participar” es una fórmula retórica abstacta que no toma en cuenta la existencia de una “sociedad bosquesina” con sus propios valores sociales.
Uds están al lado del petroleo, del oro, de la palma de aceite, es justo y lógico que tengan la posibilidad de integrarse a su entorno productivo (¿??) ¿Cómo hacerlo? Sin propiedad no podrán hacerlo, porque no hay capital sin propiedad. Ahí reside el misterio del capital.
à JG: ¿Acaso el capital en un país (o ahora, en el mundo) siempre ha causado la mayor felicidad de su mayoría poblacional? – Las degradaciones de la calidad de vida que sufren no sólo los bosquesinos y latinoamericanos, sino también las clases medias y bajas en Europa y EEUU (por la flexibilidad e inestabilidad laboral, la baja constante de los salarios por la delocalización hacia le Tercer Mundo de las industrias, por la disminución de los seguros sociales y pensiones etc.) y que se están accentuando en los últimos años, son las consecuencias de esta mundialización de la economía capitalista que se realizó precisamente durante esos años, cuya competencia feroz por los recursos naturales ha expuesto los territorios indígenas a la codicia de las grandes empresas privadas. Mientras que el Estado no se muestre capaz de IMPONER (si necesario, con la fuerza) a estas empresas una disciplina respetuosa de los valores sociales bosquesinos y de la conservación del potencial productivo natural del medio ambiente con toda su biodiversidad, el capitalismo como hasta ahora se ha manifestado en el país y en la Amazonía es nocivo y perjudicial para la mayoría de los habitantes. Creer (como lo hace HdS) en los beneficios universales de esta formación social económica como hasta ahora se ha practicado en el Perú es una superstición que no se debe predicar y propagar sino criticar en su manejo y sus consecuencia y combatir, denunciando los perjuicios que causa a los pobladores menos favorecidos. No es haciéndolos participar en su propia desventaja y perdición que los bosquesinos tendrán un futuro más feliz.
Cómo operan las empresas grandes:
1. Concesión, título de propiedad sobre el territorio que quieren desarrollar (¿??)
2. Fortalecen sus derechos basándose en los derechos internacionales que les garantizan la propiedad en el país donde han constituido su empresa. = Esto les da un super-título de propiedad, porque el Perú se ha comprometido internacionalmente que la empresa puede eligir su modalidad de producción que más le conviene.
3. Con todos estos derechos y protecciones, las empresas van a los mercados de capitales y convierten sus títulos peruanos en dinero para la inversión.
Así se ve que el territorio peruano no sólo produce flora y fauna y el piso de una casa, sino también puede producir capital por un título bien elaborado. Es el título el que genera el capital. ¿Y qué tienen los indígenas peruanos para conseguir inversiones, crédito y tecnología? Pues, nada. En vez de luchar por títulos con todos sus derechos y mecanismos, nos han vendido la falsa idea que lo indígena es incompatible con la propiedad. Es importante de preguntar a los propios nativos qué es lo que quieren y piensan. No sólo escuchar a los que tienen ideas románticas, importadas o preconcebidas sobre ellos.
àJG: No hay duda que HdS tiene un conocimiento perfecto de los mecanismos capitalistas con los que él que está familiarizado con y se ha formado y educado en la sociedad urbana capitalista puede, si lo desea, crear capital y aumentarlo. Mostramos en nuestra obra “sociedad bosquesina” que el bosquesino esta familiarizado con y se ha formado en otro universo de valores sociales. Y no es suficiente predicar los principios y valores capitalistas para que el interlocutor bosquesino que nunca los ha practicado y vivido sea motivado por ellos y los practique de un día a otro, porque tal HdS, como tantos misioneros antes de él, ha ido a predicarlos. Eso no excluye que el bosquesino siempre “desea”más dinero; el dinero puede tener un valor y una función social distinta en otro tipo de sociedad; a eso aludimos en el srgundo tomo de Sociedad Bosquesina. – En el 1-er tomo de Sociedad Bosquesina exponemos e ilustramos la diferencia entre el sentido lexical de una palabra (como está definido en el diccionario castellano) y el sentido práctico (que incluye la comprensión de la manera de manejar el objeto o precepto mencionado). Por no distinguir estos dos sentidos, los promotores que hablan castellano ante bosquesinos castellano hablantes siempre viven en la ilusión que han sido “comprendidos”, y que, por eso, el bosquesino “ya sabe”, y, desde luego, también “sabe hacer”. No hay nada mas falso que esta creencia!
Cairuma, joven shipibo: 70% de los Shipibo quiere la modernización, y 30% no quiere, la modernización perjudica. Los jóvenes ya no quieren quedarse en la comunidad, casarse a los 16 años y volverse cazador o pescador; buscan algo más en la vida.
à JG: Eso es UNA opinión – que se puede escuchar a menudo – pero no es la única. Y los ejemplos concretos observados no sustentan en la práctica la contundencia de esta opinión.
El dirigente asháninca Miqueas Mishari: Hay que preparar gente, preparar jóvenes profesionales, empresarios, abogados. Los indígenas de Alaska han luchado, están más avanzados, nos dan ideas de cómo tenemos que asegurar nuestras generaciones que vienen.
Territorios bien sanados, garantías ante los bancos, para que puedan prestar.
à JG: Con estas palabras el dirigente parece coincidir con las opiniones de HdS. Pero tres párrafos más abajo el mismo don Miqueas dice: “desarrollo acorde a nuestra identidad; el desarrollo y nuestra cultura tienen que ir a la par”, con lo que contradice totalmente a HdS sin que éste se de cuenta. Pues “nuestra identidad” consiste precisamente en los valores sociales bosquesinos y listados en el 2-o tomo de nuestra Sociedad Bosquesina! Y cuando el dirigente habla de “nuestra cultura” engloba las prácticas sociales motivadas por los valores sociales bosquesinos; es decir, engloba con el término “cultura” también “sociedad”. – En nuestra obra también analizamos y comprendemos el valor práctico social bosquesino de lo que nosotros llamamos “préstamo”, – término español que compartimos con los bosquesinos, pero que ellos aplican con un sentido práctico diferente (ver tomo I de Sociedad Bosquesina).
Mujer bora de San Andrés: no tenemos título, hacer estudiar nuestros hijos en la universidad, mejorar la calidad de vida.
àJG: Cuando la mujer bora reclama un título, tiene en mente un título de propiedad colectiva como lo tiene la mayoría de las comuidades indígenas; no piensa en una titulación parcelizada. El acceso a la formación superior es una reivindicación general de los bosquesinos pero a la cual HdS no responde. – Para poder comprender cuál es el sentido práctico de “mejorar la calidad de vida” tenemos que reconocer y tener en cuenta los valores sociales bosquesinos que garantizan al bosquesino SU (forma de) bienestar. Otra vez: esta expresión castellana común y corriente tiene su sentido práctico distinto según el tipo de sociedad en la cual se pronuncia.
En conclusión: La única manera que los pueblos indígenas tienen para defender su cultura y su tierra en el siglo XXI es con poder económico y sólo hay poder económico con empresa y con propiedad. Así lo están haciendo alaskeños, chinos y tribus de otras partes del mundo. Pero, dirán Uds., ¿y los valores y tradiciones indígenas? Pues sencillo: estas se incorporan en las herramientas de la propiedad y la empresa, para proteger su cultura y aprovechar la globalización al mismo tiempo.
à JG: La “sencillez” del propósito de HdS es engañosa porque no ve que la propiedad privada y la empresa (tal como HdS la define) obligan a las personas bosquesinas a la práctica de valores sociales distintos de los suyos. Sólo por ignorar el concepto de “sociedad” (lo que asombra, pues la “economía” de nuestro autor siempre ha fungido como una“ciencia social”) y reducir lo “propio” indígena a su “cultura” (lo“folklórico” en la mente de HdS), puede hacer afirmaciones simplistas de este estilo. Apreciado colega HdS: le falta “cultura” a Ud.: cultura científica en su propio campo de especialidad y cultura humana en un sentido más amplio que reconozca que el ser humano no sólo es concupiscencia de dinero, sino aspira a satisfacer de manera completa y equilibrada la totalidad de sus necesidades ontológicas (Ver: tomo II de Soc.Bosq.).
Lider asháninca, Miqueas Mishari: desarrollo acorde a nuestra identidad; el desarrollo y nuestra cultura tienen que ir a la par.
à JG: Ver mis comentarios tres párrafos más arriba.
Cairuma: Preservamos nuestra cultura pero también queremos aprender.
àJG: Tenemos que preguntarnos en qué sentido el shipibo Cairuma entiende “nuestra cultura”. Influenciados por la antropología culturalista adoptada por muchas ONGs etc. los indígenas no conocen el término de “sociedad”, nunca han reflexionado sobre su sentido preciso y sobre todo lo que implica de su vida diaria (aunque en su propia lengua existen muchos elementos que dan fé que tienen plena consciencia de sus valores sociales y saben expresarlos. Ocurre que en su aprendizaje del castellano han adoptado la terminología social y moral difundida por los misioneros, religiosos e instancias civiles (escuela, colegio..), – actores sociales que (salvo excepciones) ignoran totalmente los valores bosquesinos, y estos se quedan relegados a la práctica diaria (implícitos) y sin expresión en el castellano del bosquesino (no se práctican de manera explícita).
Una alaskeña: podemos manejar y crear capital sin abdicar a nuestros valores
Otra: se puede incorporar valores indígenas en las estructuras de la corporación (empresa). No estamos hablando de un capitalismo salvaje que elimina todos los otros valores.
à JG: Esta afirmación de una dirigente inuit (¿?) de Alaska merecería mayor explicación de su parte para que comprendamos lo que ella quiere decir con la expresión “nuestros valores”.
En el Perú: el problema: Hay una legalidad que todavía no incluye a los pobres. Elites nacionales y extranjeras que creen que un título de propiedad es sólo una hoja de papel y no la llave de un sistema de relaciones económicas que crea paz y prosperidad.
àJG: Hablando de “una legalidad que todavía no incluye a los pobres”, HdS piensa exclusivamente en la propiedad privada de la tierra, puesto que todas las leyes peruanos – en teoría – se aplican de igual manera a todos los ciudadanos. Con la titulación colectiva de las comunidades indígenas, el Estado peruano ha querido adaptarse precisamente a los valores sociales bosquesinos, pues, el tipo de propiedad es la llave de un sistema de relaciones no sólo económicas sino también sociales (dos aspectos que no se deben separar en la sociedad bosquesina, si queremos comprenderla en SUS particularidades y diferencia de nuestra sociedad urbana dominante). Las limitaciones mentales de HdS consisten en su horizonte profesional exclusivamente económico y folklorizante que excluye cualquier consideración social. El ser humano, sin embargo, ha evolucionado en la historia natural siempre como un ser social, nunca – en toda la historia – se lo ha visto vivir como individuo aislado. Las formas de sociedad, desde luego, son parte constitutiva del ser humano que se manifiestan en distintas épocas y en distintos lugares del mundo, la historia siendo no una evolución lineal, sino siempre diversificada. Observamos hoy en día, precisamente, una nueva conciencia de esta diversidad entre los actuales pueblos indígenas que, confrontados diariamente con nuevas y masivas agresiones a sus territorios y recursos, defienden SUS valores sociales ante el proceso de homogeneización y negación empujado por la “mundialización”.
Escuchamos sólo citados el convenio 169 de la OIT y la declaración de los derechos indígenas de la ONU, aprobados en los gobiernos de A. García y Fujimori. Se omite en cambio: la declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa, ONU: decisión sobre el empoderamiento legal de los pobres, promovida por el ILD, que demanda los mismos derechos para los pobres y los indígenas que tienen las transnacionales.
àJG: Otra formulación demagógica por ser simplista: el ILD de HdS “demanda los mismos derechos para los pobres y los indígenas que tienen las transnacionales”. ¿Acaso estos “derechos” – si existen del en Perú – no valen también para los indígenas? A que yo sepa, ninguno de estos derechos excluye nominalmente a los ciudadanos indígenas y/o pobres. Nos topamos nuevamente con el uso ambíguo de una palabra – “el derecho” – que induce en errores en la comprensión de la realidad y en la intercomprensión entre el profesional y el indígena/bosquesino. Esta clase de manejo ambíguo que se basa sobre ciertas deficiencias de comprensión de los interlocutores es moralmente condenable. Detrás de la noción de “derecho” hay, como en el caso de la noción de “propiedad”,todo un contexto, toda una configuración socio-cultural que orienta la actividad del ciudadano de acuerdo al tipo de sociedad al que pertenece. Para nosotros que vivimos en la ciuidad, el “derecho” es una disciplina académica, un marco formal escrito que regula las relaciones entre ciudadanos de un mismo Estado y entre Estados, un conjunto de normas que codifican las conductas lícitas e ilícitas de los ciudadanos etc. El bosquesino ha entendido que tiene“derecho a”, lo que le autoriza a reivindicar ante las autoridades, instituciones y personas bienes, servicios, apoyos y protección/defensa. –Cualquier empoderamiento legal, si no quiere ser una nueva estrategia para imponer los valores sociales dominantes (lo que ya fue el propósito de los misioneros), distintos de los valores sociales bosquesinos, debe tomar como punto de partída la explicitación de estos valores sociales propios (vea la lista en el resumen de la segunda parte del tomo II de Sociedad Bosquesina), evaluarlos a fin que los bosquesinos tomen una posición consciente frente al mantenimiento o abandono de estos valores, que hasta ahora son la base de su bienestar en comunidad. Recién entonces podemos afirmar que el bosquesino ha sido informado “de buena fé”, como lo exige el Convenio de la OIT 169, para poder tomar su decisión en conocimiento de las consecuencias de lo que está aprobando. Se trata de un proceso delicado que no puede llevar adelante cualquier “boy scout” de buena voluntad o economista obnubilado y de antemano parcializado por las “ventajas del capital”.
Recuerdos personalesde HdS: niñez con su familia exiliada en Europa; rodeado de gente mucho más próspera, cosmopolita, padre dijo:“nuestra gran ventaja era que habíamos nacido en Arequipa, que los Europeos no sabían, no tenían la menor idea de lo que era vivir respirando ancestros y paseando nuestra campiña al pie de un volcán; pero eso no impidió que nos dieran las herramientas económicas de la modernidad; se daban cuenta que negar la existencia del mundo desarrollado, nos encerraría en el sub-desarrollo. En eso estriba la gran limitación del Señor Pizango, si es que sigue mal asesorado. Les propone un menú unico para defender sus tierras y recursos, sin opciones, y de seguirlo dejará a Uds y a sus hijos anclados en el pasado. Hagan lo contrario! Abracen el futuro!
àJG: ¿Piensa HdS que con sus talleres y asambleas breves en aprox. 30 comunidades indígenas en el trascurso de 4 meses haya conseguido aunque sea “la menor idea de lo que era vivir respirando ancestros y paseando [su] campiña”? Lo que ha logrado, es realizar, en cada una de estas comunidades, simulacros de diálogo, pues los dos interlocutores siempre identificaban con las palabras dichas otras prácticas basadas en otros valores sociales (no expresados, ocultados y callados por las relaciones de dominación). Esta falta de intercomprensión entre la sociedad urbana,“moderna”, en concreto: entre los funcionarios del gobierno y promotores de ministerios y ciertas ONGs, por un lado, y los comuneros bosquesinos, por el otro, es la fuente de los conflictos que se han acumulado en los últmos años y que han estallado y están por estallar en muchas regiones de la Selva (y de los Andes). Los emisarios de la sociedad dominante, “moderna”, – y entre ellos HdS– siempre buscan imponer SU punto de vista y SUS criterios (por que ellos, dizque, saben lo que es “bueno” para el indígena, sin conocerlo ni reconocer sus valores sociales, de la práctica de las cuales resulta SU bienestar !) y nunca escuchan, observan y tratan de comprender al indígena en sus conductas cotidianas que revelan los valores sociales que le motivan. Practican el“fetichismo de la palabra”, pues, para ellos, la realidad es lo que la gente dice, cuando los bosquesinos siempre hablan en función de su visitante urbano“para ser amigo” y gozar de la aparente armonía de comunicación e interacción (de la misma manera siempre han aprobado todos los proyectos – FONCODES etc, -siempre han dicho “sí”, y, finalmente, en el actuar práctico “no han cumplido”,han abandonado las actividades productivas promocionadas!)
Comentario general:
Hay dos términos que se utilizan sin cesar a lo largo de video: economíay cultura. Pero hay un concepto básico que es ignorado: el de sociedad. La sociedad es el conjunto de relaciones entre personas que viven juntas, que realizan en sus conductas sus valores sociales. Por ejemplo, entre los valores del bosquesino están la generosidad, la solidaridad, la reciprocidad, la abundancia, el gozo (ver las ilustraciones descritas en los dos tomos de Sociedad Bosquesina). En nuestra sociedade hay otros valores como: egoísmo, acumulación de bienes y dinero, individualidad, ganar dinero cada día. Los valores de cada tipo de sociedad implican comportamientos particulares. Ilustración con un racimo de plátanos que es ofrecido a alguien que no tuvo cosecha y que es devuelto con creces. En nuestra sociedad no se ayuda de esa manera; ejemplo del egoísmo más vacío: el Tragamoneda (conta el cual el pueblo ecuatoriano acaba de votar la prohibición!)
La cultura es lo que aparece a partir de la actividad y en la forma de la actividad. Es la forma del producto y la forma del trabajo. Lo que hago: un canasto, la comida y la bebida para una fiesta… – cada cosa en su forma consagrada por la tradición. Es el producto de las actividades del ser humano en sociedad: todo trabajo se realiza en sociedad, con otros. En las sociedades indígenas la cooperación está en la base de su sociedad. Se produce cultura socialmente, con base en sus valores sociales: reciprocidad, generosidad, autonomía familiar, ausencia de autoridad de mando. Este último valor explica porque nadie ni el presidente, ni Hernán de Soto, ni Pisango, presidente de Aidesep, pueden dar órdenes; pueden darlas pero eso no quiere decir que sean obedecidas por los bosquesinos. En nuestras sociedades en cambio hay autoridad de mando. Por eso es imposible que Pisango haya incitado a la rebelión. Si se dio tal rebelión es porque había razones para rebelarse. La experiencia de engaños constantes de parte de las autoridades e interlocutores gubernamentales : garantías nunca cumplidas. El dirigente sólo puede “retomar” la voz de losotros, pero no puede mandar; puede resumir y formular las causas de los perjuicios que sufren los bosquesinos en la realidad, es decir, formular lo que es vivido, experimentado por los bosquesinos en la vida diaria como infelicidad y atentado a su salud y sus vidas. Estas causas reales, el dirigente no los puede inventar (sino nadie se identificara con ellas, ni, menos, se moviera).