Ciudadano en la montaña

En la remota y elevada montaña de  Bufarach, en la lejana Francia, debió esconderse con todos los angelitos y sus garras largas que le sostienen o manipulan el señor Charles Zevallos. Debió refugiarse allí con todo su séquito y sus asesores y sus seguidores, para no padecer el bochorno que acaba de sufrir. No recordar el día o la hora o el minuto cuando fue elegido como burgomaestre, gracias a la promesa de sus tantos metros de pistas, es letal para un hombre que no goza de buena salud y que no puede gobernar la complicada y chinesca ciudad de Iquitos. Le recomendamos, con sana intención y sin costo alguno,  que admita la dura realidad y deje de alborotar el gallinero con sus poses, sus desplantes, sus declaraciones que hasta revelan que algo falla en su cabeza.

En la vida hay amores que siempre pueden olvidarse. Pero en esta misma vida el amor al poder parece que no puede olvidarse. Ni abandonar por más  que los hechos demuestren lo contrario, por más que la salud sea precaria y sin retorno. Pero el señor Charles Zevallos, hombre que cree que la política es también espectáculo, debería dejarse de cosas y admitir que no puede regresar al sillón consistorial. Y, dicho sin mala intención, tiene que refugiarse en la alta montaña de Bufarach, donde se escondieron hace poco unos paltos que creían que el mundo reventaba el 21 de diciembre pasado.

El señor Charles Zevallos debería esconderse por allá un buen tiempo. Esconderse y no salir durante años. No por él, porque su salud merece tratamiento,  merece humano respeto, sino por los rapaces que le rodean y manejan. Rapaces descarados que casi desmantelan el municipio maynense y que estando tan lejos no podrán regresar fácilmente a la mamadera edil, a la ubre pródiga del que hasta hace poco disfrutaron descontroladamente y descaradamente.

 

2 COMENTARIOS

  1. La verdad tanto se habla de la salud de Charles Zevallos, que ya el JNE, no sé si por dejadez o complicidad no lo vaca de su cargo, porque actualmente solo está suspendido. Leí hace pocos días que una comisión del JNE, fue a su casa y el «in effable Charles » se hizo negar, lo cual es grave, porque él debe entender que es el ente resposable de que vuelva a la silla consistorial o vaya a su casa, para después comparecer en los pasillos juudiciales por las barrabazadas que hizo durante su mandato y eso, que fue corto, imagínense si hubiera completado su mandato, esa Municipalidad hubiera quedado «vendida»,»hipotecada» y «hundida» en una crisis económica,, porque los que le acompañaron llevaban un hambre terrible de despilfarro. A leguas está demostrado que este «personaje folclórico» está mal de la cabeza, mal físicamente, porque en las fotos he podido mirar que el brazo derecho lo tiene sin mucho movimiento, dicen que firmaba con la «zurda» o mas bien hacía garabatos, porque no es zurdo, ojo «los zurdos son muy inteligentes
    .Al no presentarse a la comisión que fue a verlo en su casa que creo tampoco fue correcto, porque para eso el JNE, tiene una sede en Iquitos, entonces, él debía de ser citado a las oficinas, lo que mal le aconsejaron le perjudicará al final, en buen Español, se burló, se cagó en esa comisión, porque si hubiera estado «mal de salud», no hubiera podido irse a Lima al JNE, no creen?. Ojalá que esta «telenovela» o este «circo», se acabe ya pronto y que la alcaldesa siga hasta el final del mandato y la gente no vuelva más a elegir a gente de esta calaña como autoridad.

  2. Si se sabe, que son rapaces, que se denuncie a estos mamadores y vividores de lo que al pueblo le pertenece. El silencio es a veces: símbolo de complicidad.

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