Por Filiberto Cueva hola@filibertocueva.com
Hace unos días, Paolo, un guionista de cine italiano me ha presentado a Estefanía, su amiga y hemos ido juntos a un concierto de música rock, luego a comer y beber cervezas. Los hemos pasado bien.
Yo pensaba que Estafanía es directora o productora de cine. Tenía esa inquietud, que como es amiga de Paolo, ambos deben tener ocupaciones similares, pensé. Fue entonces que le pregunté ¿Tú también haces películas? Y ella me respondió, sí, y todos los días “Todos los días una película nueva”. Al decir eso, supe que estaba haciendo una broma y que no era cineasta, sino que, una mujer a la que le encanta ser escuchada, puesto que siempre tiene algo que contar, expresar y que ser escuchado.
En el mundo, muchos nos hacemos películas todos los días. A veces más de una. Todos tenemos algo de cineastas y necesitamos ser escuchados. Gracias al Cielo hay personas a las que les gusta escuchar. De hecho, se han entrenado y estudiado para ello. Estudiar para escuchar de forma profesional es algo que mis abuelos no hubieran entendido.
Sin embargo, una semana después de conocer a Estafanía, una de mis mejores amigas en Chiclayo se acaba de recibir de psicóloga. Había terminado la carrera hace unos años y tardado un poco en este trámite, pero finalmente lo ha logrado. Ella podría escuchar las películas diarias de la italiana, por supuesto también las mías. Pero creo que ya las escuchó todas. Aunque quién sabe, siempre hay algo más que se pueda contar.
Jéssica tiene una capacidad para escuchar y atender películas. También para sorprenderse antes los sucesos cotidianos de esas películas (personales). Me encanta que luego de escuchar una historia, se despide con un fuerte abrazo y beso medio coquetón, como quien intenta robar una sonrisa, o en el mejor de los casos, regalártela.
Qué no daría yo, porque ella me cuente un poco de todo lo que ha escuchado y todo lo que le han contado. Me serviría como inspiración y potente recurso literario. Que me cuente las películas de Estafanía en versión resumen. Porque seguro las originales vienen en varias versiones “Estefanía en invierno, verano y primavera”.
Es en virtud de quienes siempre queremos ser escuchados, aun sabiendo que para que se nos escuche, primero debemos escuchar, quiero agradecer al cielo la amistad que tengo con Jéssica Landauro, psicóloga que se ha puesto al servicio de su país mucho incluso mucho antes de obtener la titulación. Que finalmente, son papeles … y ya lo ha dicho Naciones Unidas, debemos reducir el consumo de papel y otros elementos con miras a enfrentar el cambio climático.
Sobre el cambio climático y el día en que no salió el sol Estefanía de seguro tiene una historia. Jéssica disponibilidad para escucharla y por mi parte yo, concluir diciendo que cineastas somos todos.