La Cultura tiene su burocracia
Nuestro país es de antología. En uno de comentarios a raíz de la creación del Ministerio de Cultura, un ciudadano increpó al gobierno y le dijo que en vez de estar creando más burocracia, que probablemente irá a manos de los compañeros de gobierno, deberían atender los pedidos de los atletas peruanos que viajaron a Canadá a representar a nuestro país y ni siquiera contaban con uniformes. “Sr. García cómprele, primero, uniformes a nuestra delegación de atletismo”, decía el ciudadano.
La respuesta del presidente de la Federación fue cruelmente didáctica para entender lo que pasa en todos los sectores en el país y de seguro ocurrirá en el nuevo ministerio. Enrique Cusicanqui dijo al diario El Comercio que él veía cosas más importantes y no los uniformes y que en todo caso el jefe de equipo, Cesar Valiente (quien realizó la queja) debió ver ese tema de los buzos. Otra explicación ante semejante vergüenza que dio este Cusicanqui es que la atleta Yuli Capcha por ser tímida (es de Huancayo) no pidió uniforme ya que otros compañeros de la delegación como Javier McFarlane y Jovana de la Cruz, sí lo tienen. “Nosotros pensamos que sí contaba con uniforme”, alcanzó a decir.
Y es que las cosas más pequeñas a veces suelen ser lo realmente importante para el ciudadano de a pie. Mucha de esta gente corre con la suya y con el sólo propósito de representar a su país. ¿Ganan algo? No, seguro que un poquito de fama (porque a los medios no les interesa tampoco los atletas como para estar invitándolos a sus programas) y talvez uno que otro ingreso a universidades públicas y malas sea la recompensa burocrática que tenga el Estado para semejante esfuerzo como es el atletismo. ¿Debería crearse un ministerio del deporte para tantas ganas de nuestros compatriotas de desarrollarlo? Talvez, pero de hecho no solucionaría la caótica situación del deporte si es que no cuenta con objetivos claros de largo alcance y sobre todo presupuestados (y no sólo mecenas como se ha planteado en la Cultura).
Un claro ejemplo de estos planes es el momento que vive España con el famoso plan ADO (Apoyo al Deportista Olímpico) que ha empezado a rendir sus frutos en varias disciplinas y sólo la más vistosa la hemos visto en el mundial de fútbol que han ganado por primera vez, pero España no es sólo eso pues, en tenis hace años que han dado capote, en ciclismo están entre los mejores, en básket han sido campeones. ¿Necesitaron un Ministerio?, más que eso decisión, un proyecto y aporte económico.
Ahora que se ha creado oficialmente el Ministerio de Cultura cuyas funciones son la formulación, planeación, dirección, coordinación, ejecución, supervisión, evaluación y fiscalización de las políticas nacionales del Estado en materia de cultura, aplicable en todos los niveles de gobierno (algo que ya hacía a su manera el INC) y también implementar y administrar el sistema de registro nacional de bienes de patrimonio cultural, creadores, productores de arte y de especialidades afines (lo que también ya hace el INC), pocas son las esperanzas a la luz de la creación del Ministerio del Ambiente (cuyo ministro muchas veces ha hecho de abogado de las transnacionales), de tener resultados esperados en cuanto a la creación, difusión y valoración de tanta cultura que tenemos, más aún si a un artista lo cita la Policía y se hace un escándalo por colgar en su ventana en Lima una bandera roja con un Túpac Amaru artístico. La cultura es libertad, un principio que en el Perú no puede vestirse de rojo. Aún así, es auspicioso pensar que se está actuando para el bien y no sólo para aglomerar de compañeros un ministerio.