En Bogotá, Colombia, la capital del país no es que idolatren a Gabo, Gabriel García Márquez. Pero sí reconocen su maestría y aporte a la literatura universal. Por eso en una de las calles principales se instaló una línea de tiempo con la vida del escritor. Pintaron las calles. En Iquitos se podría hacer lo mismo. Personajes y acontecimientos nos sobran.