Maurilio Bernardo, ese cura que tanta falta me hace hoy, inmortalizó esta frase: Jesús ha muerto, viva Jesús. Cuando me avisan que Bernardo De Almeida Nuñez ha muerto en Lima he recordado al padre agustino y al padre celestial. Sera coincidencia que ambos lleven nombre y apellido? No sé. No lo sé. Solo sé que la vida es corta y la muerte muy rápida. O es que el destino se ha propuesto dejarnos sin seres humanos. Tampoco lo sé. Solo me entero que lo velaran en el Callao y luego lo llevaran a Iquitos, cremado es cierto pero inmortal como todos los mortales. Descansa en paz amigo, descansa donde otros trabajan. Tu muerte ha tocado mi vida. Y al enterarme de tu fallecimiento solo he atinado a llamar a Perica para que confirme la triste noticia. Y ella lo ha confirmado. Y tendremos que hacer un minuto de silencio en el Pardo, en el Coa, en el Noa, en el BCP, en Explosión, en Ilusión, en las calles de Iquitos. Sorry, mil veces sorry a los tuyos y a los nuestros. Tu muerte me toca los nervios. No pregunten por qué. Solo que me toca pues, porque nos vamos quedando solos viejo. Tan solos. Si me preguntan lo que pusiera en tú lapida escribiría: fue feliz, a su manera, pero feliz. Bernardo, descansa en paz, aunque a usted no le gustaban las aguas quietas sino las inquietas.
Descansa en Paz Bernardito
descansa en paz Bernardo, tu muerte suena mucho, fuistes muy alegre.
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