Los ambiciosos planes de desarrollo sobre la floresta hacen aflorar los prejuicios y mezquindades que guardamos dentro. Son esas mochilas que tienen mal olor. Una de las pesadillas que carga los planes de desarrollo o de progreso en la Amazonía es que la sociedad criolla es la abanderada de este progreso y los indígenas son el atraso. Así somos de bipolares. Ellos contra nosotros. Uno de los ejemplos más claros de lo que señalamos fue el famoso escrito de Alán García Pérez, “El perro del hortelano” donde se decía que ellos, los indígenas, son los que se oponen al progreso y se comportan como el perro del hortelano que no come ni deja comer. Resumía y reproducía el discurso de la vieja (y rancia) idea conservadora, de la cultura peruana, de cara a la floresta y sus habitantes. Un presidente, en esos momentos, que exponga así tan crudamente sus ideas es compañero de viaje del presidente Trump y de la patulea de la misma calaña en este milenio huérfano. En estos momentos está en discusión el famoso proyecto de las hidrovías en la Amazonía. Las organizaciones indígenas se oponen a este proyecto porque los estudios de impacto ambiental, nada claros, y los procesos de consulta sobre los habitantes ancestrales de la selva no están siendo los más adecuados. Me parece que esa oposición legítima al proyecto está dentro del derecho de participación. Si no me parece bueno puedo oponerme, y más, si hay intereses de mucha gente que puede sufrir los daños directamente. Y no solo la gente sino también los recursos naturales. Recordemos la sentencia de la Corte Suprema de Colombia que señala que la Amazonía es una región que tiene protección legal que puede ser un buen alegato a favor contra la construcción de este proyecto de hidrovías que no guardan ni las formas y el fondo. En ese momento del proceso, un representante del Congreso por Loreto cuyo nombre es mejor ignorar, señala a las organizaciones indígenas de poner trabas al proyecto ¿tendrá algunos intereses mercantiles el congresista de marras por querer apurar este proyecto?, ¿otra vez el discurso (o cantaleta) que los indígenas son un freno al progreso? La Constitución Política peruana señala que la Amazonía tiene protección constitucional y las políticas públicas sobre los recursos naturales no se pueden improvisar y menos apurar, desgraciadamente, en manos de congresistas como el que ve a los indígenas como el freno para el desarrollo estaríamos en un serio desamparo.
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