Padre Miguel Fuertes:
“No acertaron con las decisiones que han tomado o las que tomaron no fueron las adecuadas, ni a nivel nacional ni regional. Por ejemplo, recién el día que descubren que hay casos en Santa Rita de Castilla, se dan cuenta que no tienen medicinas. Cuando recién se enteran que hay casos empiezan a buscar dónde comprar medicamentos. Lo que está en juego no es un aplauso, un puesto político, está en juego la vida de las personas”, dijo el administrador del Vicariato Apostólico de Iquitos, Miguel Fuertes.
El párroco de la iglesia Matriz mencionó que tenemos en el hospital regional una red construida hace más de 30 años y sin mantenimiento. “Se nos viene una pandemia y no es responsabilidad de la Iglesia dar ese mantenimiento, todo eso se debió prever. Hay una planta desde el principio de la pandemia del hospital Iquitos, pero decían que no se podía (poner en funcionamiento) y después dijeron que sí se pudo”.
“Por qué los primeros en conseguir las plantas somos los de la Iglesia que no conocemos de eso, no tenemos idea de todo esto, somos unos simples sacerdotes, cuando el Estado tuvo que hacerlo hace mucho tiempo. La salud no estuvo atendida eficientemente desde hace muchos años. Ninguno de los servicios de la ciudad de Iquitos está adaptados para la cantidad de personas que viven en la ciudad. Los centros hospitalarios están sin mantenimiento desde hace muchos años, la capacidad de cada uno de ellos está desbordada”, detalló el crítico estado del sector Salud en la región.
Contrario a lo que muchos pueden pensar, el padre Fuertes dijo que durante esta pandemia, sólo conversó una vez con el gobernador. “Fue al inicio, cuando ofrecimos Kanatari, fuimos allá a ver los ambientes, me reuní con el vicegobernador y la sub directora de DIRESA y luego llegó el gobernador y el doctor Minaya, una pequeña reunión y es la única vez que conversé con él”.