Aunque siempre se comienza una relación de pareja sin pensar en un posible y futuro final, cuando llega una crisis el final aparece como una alternativa. Pero ¿cuáles pueden ser las razones de estos conflictos serios? Los motivos pueden ir desde el agotamiento a las diferencias educacionales hasta una tercera persona.
Todas las parejas comienzan con la esperanza de compartir toda una vida, pero el destino puede tener otros planes. Una de las principales causas de una crisis sentimental es el agotamiento en la relación por el paso del tiempo. La rutina y la convivencia pueden desgastar el vínculo y volverlo aburrido para ambas partes.
En el siguiente escalón de causas para una crisis de pareja está la existencia de una tercera persona, de uno u otro lado (incluso de ambos). Es una de las razones más comunes para un divorcio o separación. Aunque también están los conflictos de intereses que pueden ir desde la intención o no de tener hijos, cambiar de ciudad o de grupo de amigos.
Otra diferencia difícil de superar es la educacional, cultural, social o económica. En todos los casos, tarde o temprano las formas distintas de encarar la vida o la presión del entorno familiar juegan en contra. Lo mismo pasa cuando lo caracteres son totalmente opuestos y no se complementan, sino que se repelen.
Una causa que no siempre se tiene en cuenta, y que puede parecer cualquiera de las anteriores, es la pérdida del enamoramiento que originó la relación y que nunca pudo convertirse en otra forma de amor y se perdió en el camino.