Alcantarillado: Ejecución y costo

Alcantarillado: Ejecución y costo

Claudio Pinedo Macedo

En relación a la construcción de la Planta de Tratamiento de aguas residuales creo que nadie duda de su trascendencia e importancia, si es que una vez culminada llega a funcionar satisfactoriamente, que es lo que, al menos yo, deseo. Porque, en honor a la verdad, habría que ser más que irracional y mezquino para no desear que sea así; dado que los beneficios tanto en el tema ambiental como en salud y turismo, nos permitirían mejorar nuestra calidad de vida y nos abrirían una nueva gama de posibilidades de negocios alrededor de la ciudad. Por lo tanto, los cuestionamientos que se hacen a la obra no van por ese lado. A mi entender, existen dos aspectos que sí son necesarios debatir respecto a la obra en cuestión y tienen que ver con: su ejecución y su costo.

Empezando por lo segundo. Tengo entendido que la obra se está financiando con endeudamiento externo a través de un banco japonés, el cual, como indica la norma, fue aprobado por el Ministerio de Economía y Finanzas. Si fuera así, saltan varias interrogantes que debería informarse a la opinión pública: a) ¿A cuánto asciende el monto total del préstamo?; b) ¿A cuánto ascenderá la deuda total una vez que el banco japonés nos aplique los intereses, o no nos van a aplicar intereses?; c) ¿Con qué recursos se pagará esa deuda y en cuánto tiempo?; d) ¿Qué medidas se están tomando, o se han tomado, para planificar el pago de esa deuda sin afectar los presupuestos, de por sí deprimentes, tanto del Gorel, municipio y los propios usuarios del futuro alcantarillado?. Sin duda son aspectos complejos pero de una importancia ineludible, si queremos imaginar cómo será nuestro futuro; con «alcantarillado» o sin él. Lo ideal sería que el mayor porcentaje de la deuda sea asumida por el Gobierno Central como un proyecto de carácter nacional; o, en caso contrario, nos quintupliquen el presupuesto para los próximos años. Si es así, felicitaciones. De lo contrario Loreto en verdad sería «grande y fuerte», pero en deuda.

En cuanto a la ejecución. No hay que ser experto para darse cuenta que esta empresa china está aprendiendo en el camino. A las pruebas me remito. Incluso el mismo Presidente Regional salió quejándose amargamente diciendo: «estos chinos han venido a desgraciar mi vida política». A partir de esa desafortunada frase se infiere que definitivamente algo anda mal en los procesos de selección y adjudicación de las obras. Ante lo cual es válido y necesario plantear las siguientes preguntas: ¿Quién seleccionó al Comité Especial encargado de evaluar las propuestas técnicas, algún enemigo político?; ¿Quiénes conformaron dicho Comité?; ¿Por qué, casi siempre, se otorga la buena pro a empresas de comprobada incompetencia para la ejecución de los PIP?; ¿Sera cierta entonces aquella afirmación popular que reza que detrás de estas adjudicaciones prima «el diezmo» o «el porcentaje», en vez de una adecuada evaluación técnica?. A la luz de los hechos pareciera que fuera así; porque resulta raro que nunca se adjudiquen este tipo de obras a empresas de comprobada eficiencia ¿Ya no hay Graña y Montero, por ejemplo? ¿O será que ese tipo de empresas serias no están dispuestas a negociar «diezmos» ni «porcentajes»?. Habrá que buscar a los de DESSAU y preguntarles los motivos reales por los cuales se fueron despavoridos de Iquitos. A propósito, escuché al Presidente decir que a DESSAU le rescindió el contrato porque no cumplieron con los plazos en la entrega de informes. Entonces ¿cómo no le rescinde el contrato y ejecuta las garantías a la empresa china que hace rato ha incumplido con los plazos? Vaya usted a saber las razones.

Si alguna vez se concreta el ofrecimiento de organizar un evento público televisado para plantear estas dudas y otras tantas. Me ofrezco humildemente para acudir como un simple ciudadano para formularlas, aclarando que no existe en mi ánimo de rencor u odio hacia la persona de Yván Vásquez, a quien respeto como hombre de familia y reconozco sus cualidades como exitoso empresario. Mis inquietudes, como las de muchos y con todo derecho, sólo tienen que ver con la forma como lleva su gestión. O, como él mismo dice y espero se lo tome a bien: «con su vida política, últimamente desgraciada por culpa de los chinos».