Cuando se reinició la democracia en 1980 y ese noviembre los pobladores de Maynas eligieron al abogado Luis Armando Lozano Lozano como Alcalde de la provincia el partido que reynaba en el país y mucho más en Loreto se llamaba Acción Popular. A tal punto que algunos adversarios del partido fundado por el arquitecto Fernando Belaunde Terry, no sin poca veracidad, señalaban que los acciopopulistas y sus simpatizantes votaban hasta por cualquier animal que pusieran como candidato. Luego de estar tres años en la Alcaldía el popular “boquichico” al verse desplazado en su intento reeleccionista formó Avanzada Democrática del Pueblo y perdió las elecciones en noviembre de 1983.

Pero entre 1964 y 1969 gobernó la provincia intermitentemente Acción Popular en alianza con la Democracia Cristiana. Así tuvimos como alcalde a Luis Arana Zumaeta y Joaquín Abensur Araujo. El primero hijo del cauchero Julio C. Arana que se suicidó de un certero balazo en su propia casa y de cuyas causas se han tejido una serie de conjeturas. Hasta que el periodista Tito Rodríguez Linares fue el causante por sus ácidas críticas. Aunque el propio Rodríguez ha negado esta intervención fúnebre. El segundo tuvo un gobierno accidentado, más que por malos manejos por desconocimiento de la administración pública.

En noviembre de 1989 triunfó la alianza denominada FREDEMO –conformada por Acción Popular-Partido Popular Cristiano y Movimiento Libertad- y se eligió como alcalde a Silfo Alván del Castillo, quien dejó el cargo por una muerte repentina y asumió la Alcaldía Jorge Samuel Chávez Sibina, en ese momento militante del PPC. Es verdad que los testimonios periodísticos de la época señalan que el candidato Silfo Alván tenía la primera opción, independientemente del partido en que postulaba. Sin embargo, se debe señalar que su soporte principal era AP, partido al que era más cercano pero que hacía oposición a través de Voluntad General Amazónica (VOGA), que formó inmediatamente después de dejar la Alcaldía en diciembre de 1980 luego de ser el último alcalde que puso la dictadura de Morales Bermudez.

Lo cierto es que luego de ese triunfo Acción Popular tuvo que esperar muchos años para volver a acariciar un éxito y lo hizo con un militante de la vieja guardia: Joaquín Abensur Araujo, elegido con el símbolo de la pala. A los pocos meses se emocionó con el fujimorismo que gobernaba esos años y se puso la camiseta opositora a su propio partido. Durante su gobierno –entre 1993 y 1995- el tío Joaquín –como cariñosamente le llamaban correligionarios y opositores- tuvo que pedir licencia debido a un problema ocular y le reemplazó en el puesto Miguel Vásquez Reynel, hombre de partido que no tenía pergaminos ni intelectuales menos económicos y que gobernó con un claro sesgo partidista los pocos meses que detentó el poder. Quiso permanecer en el puesto y fue el candidato del partido. Pero perdió estripitosamente y con él se acabaron, por el momento, los alcaldes acciopopulistas, suicidas, fallecidos en el ejercicio del cargo.

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