Aunque digan que no es persecución política lo que se viene realizando a la lideresa de Fuerza Popular, pues sí lo es. Se tiene conocimiento que Keiko Fujimori está siendo investigada por más de 18 años por parte de la fiscalía y que hasta ahora no encuentran indicio alguno de la perpetración de algún hecho ilícito por parte de ella.
Es más el constante acecho que viene recibiendo por parte de la prensa y de cierto sector de la izquierda, y más que todo, de aquellos que están involucrados en casos de corrupción con Odebrecht, son un plus a tomar en cuenta.
Muchos dicen que su encarcelamiento y las audiencias de prisión preventiva son shows para dejarla como mártir de la política peruana. Pero me pregunto, ¿quién en su sano juicio pretende mancharse con tal envergadura? Ella (Keiko) ya lo dijo en una entrevista con la Mónica Delta, que se metió a hacer política por convicción y que nunca pensó que se encontraría en esa situación. Además aún no logro entender la hipocresía de algunos peruanos que dicen que luchan por el empoderamiento y el respeto de las mujeres pero que se expresan de forma denigrante y despectiva de la lideresa de Fuerza Popular, ¿dónde está esa lógica de aquellos que dicen que son feministas, que la mujer tiene que empoderarse y todo ese rollo? Tenemos que ser consecuentes, ¿no? o será que el peso del legado dejado por su padre es grande, que en cierto modo un sector del Perú se encargó de tergiversarlo o hacer ver lo peor de él, de su gobierno, más no los actos de gran realce como la inserción del Perú a la economía internacional o la lucha que dio al terrorismo hasta casi exterminarla.
La realidad de este asunto persecutorio es que con esto pretenden manchar su imagen, y además querer frustrar su candidatura para el 2021. Aunque los últimos hechos suscitados en el partido que ella lidera, ya deja mucho que pensar. La renuncia y el alejamiento de algunos de sus congresistas dejan mal visto la falta de su liderazgo dentro de Fuerza Popular. Solo se espera que la reestructuración dentro de Fuerza Popular, después de lo acontecido, augure un nuevo comienzo para un partido que pretende perdurar en el tiempo y con gente que realmente pretenda hacer de la política el fin que le corresponde, servir a la ciudadanía. En estos momentos, tanto Fuerza Popular como otros partidos políticos, deben tener como principal fuente LA LEALTAD.