Por: Gerald  Rodríguez. N

Según el último reporte registrado por el Instituto Nacional de Estadística e Información/INEI, referente al tercer trimestre del año 2019, La región Loreto, bajo la gestión de Elisbán Ochoa, tuvo un crecimiento de 6.2% en la actividad productiva departamental. Loreto tuvo destaque positivo en el sector de Producción Minera e Hidrocarburos, subiendo la producción a 36,8%, impulsado por el aumento de la explotación de petróleo crudo, también creció 4,3% en el sector de Transporte y Almacenamiento y 8,5% en el sector de Telecomunicaciones

Pero, ¿acaso este crecimiento llegará  a los bolsillos de lo loretanos? ¿Dónde está el gran ansiado desarrollo económico que tanto necesita la región? Claro que “es un año de gestión”,  contestarán algunos, pero, ¿cómo se analiza este primer año de gestión con respecto al desarrollo económico en la región Loreto. Entendamos que el desarrollo económico es un concepto que se refiere a la capacidad que tiene un país o una región para generar riqueza. Esto, además, se debe reflejar en la calidad de vida de los habitantes. Es decir, el desarrollo económico es un término relacionado a la capacidad productiva de un determinado lugar. Pero también se vincula al bienestar de los ciudadanos. Esto se refleja en elevar la calidad de vida de los habitantes, distribución de la renta relativamente igualitaria, crecimiento económico sostenible, entre otros.

Pero, con un servicio pésimo en la educación y en la salud en la región Loreto (Acá el culpable no es el maestro que vive haciendo huelga, es el gobierno, las autoridades regionales, la sociedad civil y los padres de familia como los maestros los responsables como los que administran la educación en toda la región Loreto. En el tema salud los responsables son más específicos: la administración de la salud en la región). Con un nivel de desnutrición elevado, como el nivel de pobreza que nos debería alarmar ¿Qué se ha hecho este primer año para siquiera disimular que se ha  intentado o empezado algún proyecto para mejorar estas cifras alarmantes? Es fácil decir que el profesor es culpable de los índices vergonzosos en la evaluación censal; que los médicos son los responsables del pésimo servicio de salud, porque viven en huelga. ¿Los padres de familia son responsables de la desnutrición y la anemia de sus hijos para ocupar el segundo lugar en el país como la región con más niños con anemia y desnutrición? (según informe del secretario Técnico de la Mesa de Concentración de lucha contra la pobreza – 2018) ¿Acaso los loretanos son los culpables de estar dentro de esos 21% de pobreza en la región Loreto, porque no les gusta trabajar, porque no exigen agua potable ni fluido eléctrico, ni mandan a su hijos al colegio, o porque existen más embarazos adolecentes? (UNICEF-Marzo 2019). ¿Qué se está haciendo para que el crecimiento no solo sea en beneficios de unos cuantos, sino de todos los loretanos? Si no es el gobierno central ni el gobierno regional los responsables, junto a las demás autoridades, de superar estos males, entonces, ¿quién podrá defendernos de la anemia, la pobreza, los pésimos servicios sociales, la falta de agua, luz, desagüe y fuentes de trabajo? ¿Dónde está el Chapulín colorado que no viene con su chipote chillón a poner orden? Esperemos que cada autoridad asuma su responsabilidad para el cual fue elegido, y dejemos de echar la culpa a nadie, o esperar que venga unos de esos héroes mediocres para salvarnos.