¿ADIÓS AL MUSEO?  

Cuando el general Manuel Apolinario Odría, mediante indigno Decreto Supremo, ordenó sacar, levantar, arrancar, los 11 kilómetros de rieles que se pusieron desde Pucallpa hacia Tambo de Sol para llevarlos luego hacia el Cuzco, nadie dijo nada. Así se acabó definitivamente el mítico tren desde algún lugar de la Costa hasta algún río navegable de la maraña. Y nadie dijo nada en contra de esa barbarie. La historia del tren que nunca arribó a su destino es una vergüenza nacional que retrasó el vínculo de la Amazonía con el país. Hoy la poderosa y matrera burocracia centralista pretende hacer el perro muerto, busca postergar las cosas, para que no se construya el famoso museo en la fronda.
 
El museo en el bosque fue anunciado por el mismo mandatario Ollanta Humala después de más de un siglo que el ingeniero Von Hassel vio rechazada su propuesta de levantar un museo donde queda ahora la cárcel de la calle Brasil. En su momento todo el mundo se sintió optimista con el anuncio. El congresista Víctor Isla Rojas fue designado para realizar acciones tendientes a la construcción de un mejor museo para la zona. Luego se realizaron reuniones en Iquitos y en Lima. Luego hubo silencio. Después se mencionó varios lugares como posibles sedes de dicho recinto. Luego otra vez silencio. Luego se sabe oficialmente que el museo se inaugurará en el 2017. 
 
La historia nacional tiene los suficientes años para saber que esa fecha tan lejana es en realidad una fuga, una huida, una manera de evitar la obra. Hay tantos ejemplos de lo que decimos. El Centro Cívico en Túpac Amaru, que la misma esposa del mandatario Fernando Belaúnde auspició y patrocinó, nunca se hizo pese a que todo estaba listo. No se trata ya del presidente Ollanta Humala, del parlamentario Víctor Isla, de Mandrake. Se trata de las autoridades de la región, de los colectivos sociales, de las personas y grupos que tienen la obligación de presionar a los que tienen el mango de la sartén del dinero o de las decisiones burocráticas para que ese museo no sea otra de las mentiras del centralismo de siempre.
  

1 COMENTARIO

  1. El museo amazónico y la carabina de Ambrosio por ahí van, » ver para creer», lo veremos.Tomaremos la palabra a ese par de llullamperillos.

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