Aunque un gran sector se quieren apoyar en ese 75% del fallo que ganamos en la Haya y exista un afán triunfalista en torno al proceso que durante seis años se siguió contra Chile, hay sin duda un asunto pendiente con Tacna, que además, es tema profundamente sensible y que el Estado debe resolver a partir de este momento y para siempre.
La posición de Tacna en cuanto a su mar y sus 200 millas ha sido definida irreversiblemente. Para mal dirán los tacneños porque no gozarán de esa distancia, aunque los capitalinos analistas dirán en términos reales que el mar peruano, es peruano y no necesariamente de una región. Aún así, las consecuencias históricas de patriotismo que ha revelado Tacna ahora quedan una vez más desairadas en ciertos términos.
Por eso las acciones del Estado peruano y no de un gobierno deben ser de sostenibilidad en el cambio de rumbo de la producción en esta región. Aunque no sea significativa la pesca, hay un sector importante de familias que dependen de este rubro. Claro, volverán a decir los centralistas, que de todos modos nunca gozaban del beneficio de esas 80 millas que la Haya ha reconocido para Chile, aún así, las múltiples detenciones de pescadores señalan que la aspiración era recuperar en algo este margen.
Si bien es cierto que la región creció hace décadas dejando atrás Arica que ya sólo parece un distrito de Tacna, esto ha sucedido gracias a ciertas políticas de apertura comercial y al esfuerzo de su población y migrantes puneños que han hecho todo un ejemplo de desarrollo, pues en esta región el empleo es casi pleno y el canon minero ha resuelto gran parte de sus necesidades primarias.
Tal vez las promesas de construcción de la vía Tacna – La Paz sea un inicio, pero ahí falta un apoyo más decisivo para la producción agrícola y, porque no, ciertas subvenciones temporales y específicas a la pesca artesanal para que se convierta en industrial, precisamente en ese famoso triangulo externo que ahora obtuvo el Perú. Esas acciones que no representan distorsión en la economía reivindicarían realmente a la heroica ciudad que durante años aguantó el maltrato de la ocupación y donde se vive un fervor patriótico que no se ha visto en otro lugar del país.