Ya llegó medianoche y todos nos abrazamos repitiendo la célebre frase «feliz navidad», mientras escuchamos las bombardas y pensamos en la cena, la fiesta, los amigos, la cerveza o el trago elegido…y luego nos despediremos de casa diciendo vuelvo a las 6. 00 a.m., y nadie se opondrá porque es navidad y todo está permitido…terminaremos la celebración del nacimiento del Niño Dios, JESÚS, en una estúpida bomba o desvelados en la vereda.
Y ese será el fin de otra navidad, sin que jamás nos acordáramos que es para levantar los ojos al cielo y en silencio o gritando demos las gracias a Dios por venir al mundo y nacer en un establo – siendo REY – para salvarnos de la muerte del pecado.
Qué el consumismo y el panzón de rojo no nos quiten el verdadero espíritu de la navidad. Pásenla en familia. ¡FELIZ NAVIDAD!
Totalmente de acuerdo…. siempre hay que ser agradecidos en la vida… por todo lo que nos da Dios…. gracias infinitas señor del universo.
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