¿CÓMO SE JODIÓ EL PERÚ?
Por: Gerald Rodríguez. N
Cada vez que los noticieros, los periódicos, o los libros de nuestra vergonzosa historia sin valores nos recuerda que en el inventario de nuestro negativismo como nación está plagada de pérdidas, fracasos, desfalcos, robos, corrupción que se palpa en el pasado y en el presente, resalta la gran pregunta que todo peruano se hace ¿en qué momento se jodió el Perú?, y es que esta frase vargasllosiana no solo es telón de una gran novela que nos espanta con sus descripciones tan bajas a la que puede llegar el ser humano, lo lamentable es que esta descripción plagada de ese panorama oscuro no es ficción, nada en la historia de la oscuridad gubernamental del Perú es ficción y eso es lo que espanta más, además que esa pregunta resume la preocupación de tantas generaciones que vivieron y vieron pasar toda la corrupción de nuestro país tan cerca de sus ojos y que simplemente no atinaron a preocuparse o al querer saber con profundidad donde nacía esa flor del mal (respetable y notable es el trabajo del Amauta, José Carlos Mariátegui, en su reconstrucción de la realidad del país en toda su obra y otros historiadores contado con los dedos) y que además fue siempre una sinfonía los estudios que siempre se hicieron para responder aquella pregunta. Una metáfora que refleja nuestra característica humana y latinoamericana es aquel hecho que pasa en Macondo cuando llega la peste del olvido y que deben poner nombre a todas las cosas. El peruano lo olvidad todo y los libros que intentan refrescarle la memoria son solo pequeños ecos sonando en el silencio del presente, como sucede tal cual ahora al olvidarnos de la gran gama ingeniosa para corromper de un gobierno que ahora está en la cárcel, pero que está más activo que nunca para intentar volver al poder. Parece que llegó la peste del olvido a ese tanto por ciento de peruanos que casi dan por ganadora a la hija de uno de los hombres más corruptos de la historia peruana.
Pero el estudio de la historia nos sirve para no cometer los mismos pecados que se cometieron en el pasado, he ahí su gran importancia para nuestro país y para la humanidad, más si esos estudios de historia logran demostrar dónde realmente se jodió nuestro país como el Perú. Y es que el país está llena de verdaderas joyas políticas que vieron en la gobernación la mejor forma de hacerse de un status, un nombre y porsupeusto, beneficiarse con el poder hasta desbordar los bolsillos a no más poder de dinero hurtado.
Historia de la corrupción en el Perú (Instituto de Estudios Peruano- Lima 2013) de Alfonso W. Quiroz nos responde a muchas dudas históricas resumiendo toda su investigación en una respuesta para realmente saber en qué momento se jodió el Perú y en que otros momentos y en qué escenario se siguió jodiendo a este país que ha ido y sigue arrastra toda una casta de corruptela hasta nuestros días. Y es que la verdadera historia de la corrupción no empezó ayer nomás con la caída de un régimen lleno de mafiosos y viles políticos que dañaron la estructura democrática del país, sino como lo describe Alfonso w Quiroz, todo está telaraña de historia de corrupción tiene su eje en la colonia, en los oficio de minería y en el fracaso total de la reformas coloniales que se hacían para administrar estas tierras. Pasado esto, los saqueos patrióticos de la naciente república que había encontrado un gobierno virreinal borbónico en declive y con altos índices de corrupción. Y que ya por los años 1860 nada había cambiado en el Perú en manejo de la economía, la corrupción siguió tejiendo sus redes ahora en una supuesta gobernabilidad democrática con infames contratos. Los dictadores en el Perú y el asalto a la democracia embrionaria fue un ala que ayudó a dar vuelo al gran monstruo de la corrupción que se asentaba en la gobernación del país. La conspiración de corruptos y la lucha por el poder fue lo que más hizo daño más a este país que ha llegado hasta la puerta de la modernidad y que ha seguido arrastrando este mal que ha dejado herederos en la actualidad.
La historia no dejará de escribir nunca a no ser que la Tierra sin mal que soñaron los Cocamas dejará de ser mito y podamos dar con ella, mientras tanto que el hombre peruano siga soñando con que solo puede ser superior al tener un nombre y poder a costa del robo de los recursos y estafas al Estado, la tierra sin mal seguirá siendo el anhelo de unos cuantos.