Política del billetón

El fenómeno camaleónico que observo en mi región, seguro que será el mismo que hay en otras regiones del Perú, y, por supuesto, en otros países latinoamericanos. La desvergüenza ha invadido todas las esferas del comportamiento político, ha derogado el sentido común de la pertenencia y la lealtad a un grupo humano, ha proscrito el pudor como elemento de recato frente al deshonor de los saltimbanquis; ha elevado el transfuguismo creciente y execrable a la categoría de conducta aceptable, tolerable, practicable y ejemplar para las generaciones nuevas; ha modificado de manera funesta los parámetros en los que deberían moverse los principios, y, encima, quienes lo promueven han tenido y tienen la desfachatez de reclamarse decentes.

Se reclama decente el (y la) que hace campaña reeleccionista regalando de todo con la plata de todos, es decir con la plata del Estado peruano. Allí están, por citar sólo algunos, el fastuoso cumpleaños de la señora Heredia atiborrado de regalos llegados directamente de los almacenes de la SUNAT con algunas escalas breves en los bazares de los ministerios de la mujer, de las poblaciones vulnerables y de la inclusión social; y, allí están también, si por si acaso cabe alguna duda, las fotos de grajos representantes en poses de buena gente repartiendo obsequios sustraídos del patrimonio público, mismos hados madrinos de cuentos infantiles.

Damos una vuelta por las regiones y encontramos la misma historia: gente que, al borde del llanto, proclama su decencia a los cuatro vientos. Y hay para todos los gustos. Un presidente regional que intenta una nueva reelección a punta de calaminazos y maderajes, de repartimiento de bandas de guerra, de rondas antiparasitarias, de bolsas de alimentos, de fiesta, trago y farra en los asentamientos humanos, todo ello con el aplauso de mercaderes del evangelio. Sus aprendices de todos los matices no se quedan atrás, de allí que ciertas municipalidades que financian candidaturas regionales con más de dos años de atosigante campaña electoral -que incluyen publicidad casadita (no se hagan los locos ¿o acaso no se han dado cuenta que en el mismo cd juntito a la publicidad institucional se difunde la propaganda del candidato?), y, harta, pero harta repartija de bienes y regalos-, cometen los mismos descarríos que supuestamente cuestionan.

¿Cómo se financia la campaña?. Sencillo. Mientras en una entidad regional se encuentra que la compra de un machete de 8 soles se factura en 55 soles, en una entidad municipal es fácil constatar que el cemento que cuesta 25 soles la bolsa, se cotiza y se adquiere en 35 soles. Esta huella digital de sobrevaloraciones en adquisiciones menores de bienes y servicios, este sello clásico del enriquecimiento ilícito, es la misma huella y el mismo sello característico de  las construcciones de obras grandes y pequeñas. Hay obras que se deterioran a la velocidad de la luz, se descascaran, se rajan, se parten, se desmoronan, se envejecen rápidamente; hay también obras que son concluidas y no sirven a nadie, una verdadera desgracia para los pueblos; y hay obras que no se terminan de construir en los plazos previstos, debido al hachazo coimeril que hiere gravemente sus respectivos presupuestos. Lo que hace el constructor es quitarle fierro y cemento a las estructuras, reducir la calidad de sus obras, explotar a sus trabajadores para poder “matricularse” en el rubro. Gran parte del billetón obtenido de estas “matrículas” sirve para financiar campañas electorales “grandes y fuertes”, “políticas del corazón”, “pío píos del corral”, “hambres cero”, “encuestas de intención de voto” y toda esa laya de ingredientes que se compra con plata y nada más que con plata.

¿Qué tendríamos que hacer para evitar esta parranda regalona que incrementa los gastos corrientes y el servicio de la deuda de las instituciones estatales en desmedro de los gastos de capital y de inversión que es lo que más urgentemente necesitamos para progresar?. La verdad es que estamos fregados si la cosa sigue igual. Hasta hace unos años, las municipalidades hacían obras con recursos propios, no había canon petrolero, ni fondo de compensación municipal, ni ley Pardo, ni renta de aduanas, ni nada, sin embargo, nuestros ancestros pudieron construir un sinnúmero de infraestructuras entre las que podemos resaltar el antiguo Palacio Municipal, la plaza de Armas, la plaza 28 de Julio, los mercados, las primeras pistas, etc. Hoy, además de todas las fuentes de financiamiento que hemos mencionado existen los recursos ordinarios (tesoro público) que financian en la actualidad el 80% de las obras. ¿No es justo entonces que pidamos que se nos informe qué se hace con el resto de recursos?.

En el gobierno regional la cosa es más onerosa. Hasta hace poco sólo tenía canon petrolero y con eso se financiaron obras importantes que no menciono para que no piensen que me parcializo con algún candidato. Hoy, con el financiamiento de casi todas las obras importantes con recursos del tesoro público, gran parte del canon petrolero se va en gastos corrientes, es decir, en gastos que no tienen ningún efecto multiplicador en la dinámica del crecimiento económico, de la sostenibilidad del desarrollo, de la producción competitiva, de la redistribución de la riqueza, de la justicia social, de la conciencia patriótica. ¿Son tan tontos de creer que con regalos y más regalos se va a generar, por ejemplo, conciencia patriótica, desarrollo sostenible, crecimiento o competitividad regional?

Un verdadero gobernante se preocupa por generar bienestar común, por crear empleo para su pueblo, por generar ingresos a las familias, por incorporar a todos en el aparato productivo territorial. La política del billetón y la fanfarria dadivesca te puede hacer ganar una elección por la vía del transfuguismo más pedestre, de la inversión electoral más vulgar, pero jamás te dará un ápice de decencia política porque nada más alejado de ésta que engatusar a la gente con regalos para comprarle su voto.

 

4 COMENTARIOS

  1. JAJAJAJA, ESTA BUENA, O SEA NO ES POLITICA DEL CORAZON SINO POLITICA DEL BILLETON, O SEA UN CORAZON NARANJA LLENA DE PLATA MALHABIDA, JAJAJAJAJAJA

  2. Este es un claro ejemplo de como se ven las cosas, cuando estas a dentro parece que todo es normal, mirando desde afuera la cosa es distinta. Lo bueno sería que volviendo a estar a dentro nuevamente, se seguiria mirando como cuando se esta afuera para cambiar las cosas. Lo malo es seguir haciendo como la primera experiencia. Para reflexionar.

  3. Causa gracia escucharle a este. Sr que no mira su rabo de paja o tine un rabo mas grande que da dos vueltasel estadio, no se acuerda del hermanos que el como oresupuestario dio pase a todo….y que a toda costa quizo reelegirse trayendo reguetoneros con plata del pueblo…es risible hablar de pulcridad a este corrupto de moises panduro que tiene hijos por todos lados y a ninguno les cumple….mira tu rabo moises…

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