El Titán, los números y los records
Por Miguel DONAYRE PINEDO
Me da mucha pena mirar al pequeño héroe, extraterrestre y dios del Barcelona FC correr en la cancha con el rostro angustiado por los récords [todos estos epítetos lo dicen sus seguidores]. Este pobre y diminuto hombre no duerme por las marcas que tiene que romper. Le devora el insomnio, la mala noche y la mala baba que anida en sus carnes. Está obsesionado, lo podemos mirar cuando juega y discute con sus compañeros de equipo, exige que le pasen el balón y sí no lo haces te encara con mala leche en español ¿este dios de los arcanos habla catalán? Nació su prole y él está a lo suyo, a romper puntuaciones y complaciendo al corifeo de periodistas que le sigue como moscas y él se crece como el profesor Jirafales, está como niño con zapatos nuevos con esa nube que le mandan loas casi a diario [está en campaña por el Balón de Oro, sabemos que Platini ya decidió dárselo a él]. El hijo recién nacido le importa un pimiento [para suavizar su imagen apareció en una revista una foto con su hijo, pero parece que estuviera cargando un saco de papas]. Su misión es traspasar límites. Me da mucha tristeza, no quisiera estar en su pellejo. Ha dejado de ser humano, es una persona cuya mirada es torva y hosca por más que la prensa y sus amigos digan que es humilde, que no lo es. Recuerdo cuando menospreció un gol boliviano a la selección argentina. Lo pintó de cuerpo entero. De humildad este desdichado titán tiene lo justo. Él es incansable, no se quién le ha metido en la cabeza que su obligación es engullir plusmarcas y lo peor es que este cíclope de papel cuché se lo cree. Pero tanto esfuerzo colosal y hercúleo de este pequeñín le puede salir por la culata. Se ha difundido la noticia que hay un jugador africano que metió más de cien goles, claro, la FIFA donde están los amigos del semidiós argentino han puesto los dientes largos y arguyen que eso no es oficial y marginan al jugador de Zambia y sus goles. Como dice el viejo dicho, tanto nadar para morir ahogado en la playa o nadie sabe para quien trabaja. Los afanes por embuchar números se le han ido al traste. Este superhombre en los próximos días necesitará un psiquiatra- shaman con urgencia porque estará con una depresión de elefante, sin querer se ha transmutado en el plusmarquista de la nada.
Apreciado Señor Donayre:
Con mucho agrado he tenido oportunidades de leer artículos suyos hacendo referencia a múltiples o diversos temas relacionados con la coyuntura local, nacional y/o mundial; todos ellos sin duda alguna me parecieron muy interesantes sobretodo por la perspectiva que usted tiene desde una localía ya no loretana sino más bien españolizada -cosa que por supuesto nada tiene de malo, es su decisión personal -, sin embargo, éste artículo en particular parece escrito con la DESAZON O FRUSTRACION de un hincha Madridista o Madrilista según se quiera llamar, ya que pierde toda objetividad al pretender calificar a una persona exitosa como el Titán al que se refiere sin nombre propio, como alguien frío, sin sentimientos, sin ternura – por lo del hijo-,etc etc etc.
Un consejo personal con la mejor intención del mundo es que disfrute más bien del buen fútbol que se practica en ese país ya sea por un español o un extranjero.
Y a los que nos gusta el fútbol, sí pues, que sean fríos, astutos, casi inhumanos al definir las situaciones de gol, sin sentimientos, porque de eso se trata el fútbol; y si hay que reclamarle algo a algún compañero, pues que así sea; aunque la verdad, en este caso en particular, ese Titán juega como dicen en nuestra tierra….Como la P…..M……
Mil disculpas si ofendo a alguien con esa última frase.
Fraternos saludos loretanos.
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