Cifras de Miedo
Por Miguel DONAYRE PINEDO
Según una versión periodística, nuestro país ocupa uno de los primeros lugares, desgraciadamente, en índices de violación sexual. Es una cifra del horror y que produce seguramente más de una migraña o al menos debería producirnos. Nuestra conciencia está siendo espoleada con estas cifras de miedo, de inseguridad. Es el poco respeto que tenemos por la otra persona. Dice mucho de nuestras relaciones humanas: a la fuerza, a la fuerza bruta. Así no. Más aún en una situación tan íntima como el de la libertad sexual. No podemos seguir en este sendero, con eso vamos al abismo. De paso que nos revela que la educación recibida en los hogares, en los colegios, entre los amigos tiene un gran defecto, un enorme defecto de menosprecio a otro ser humano y de un retorcido maximalismo sexual. No percibimos a la otra persona como igual, creemos infundadamente que podemos hacer lo que nos sale de la punta del pie, somos los machos pelo en pecho [o machos champapechos, como diría un amigo] que arrasamos a las mujeres [sin importarnos la edad] que encontramos en nuestro paso. Así no. Esa es una educación con defecto, con bicho, que no valora a otro ser humano. Muchas de estas violaciones se debe a una posición de dominio, por ejemplo, hace poco la asesora de un congresista lo denunció por acoso sexual de éste que aprovechándose del cargo la acosaba. De otro lado, en nuestra desmañada educación no sabemos como responder a un no de una mujer. Creemos que nos deben dar el sí por derecho divino, que estupidez. Un no es respetar la decisión de esa persona, pero en la cabeza del macho champapecho eso no se procesa y abruptamente irrumpe sobre la intimidad de la otra persona. Así no. Hay que postular por relaciones humanas más sanas y de respeto ¿es mucho pedir?