Jorge Sangama Sandi, un poblador de Trompeteros, llegó hace más de 30 años a este distrito. En sus primeros años, la presencia de la empresa petrolera trajo consigo empleo y mejoras en algunos servicios, pero lamenta que, a pesar de los recursos generados por la explotación del petróleo, la infraestructura sigue sin mejorar. «Hemos sido bendecidos con el canon petrolero, pero maldecidos por las autoridades que no han sabido invertirlo», afirmó.
A sus 62 años, y tras haber dedicado su vida a la comunidad, Sangama señala que, si bien el distrito recibe grandes sumas de dinero, la situación sigue siendo crítica. La falta de empleo, los problemas de infraestructura y la contaminación afectan a los pobladores, que ahora enfrentan una economía débil y escasos recursos. Para él, el verdadero cambio solo será posible si las autoridades priorizan el bienestar de la gente por encima de intereses políticos.