Rolando Ortiz Pezo ha dedicado los últimos 20 años a la venta de pollo en la vía de Masusa para apoyar a su familia, especialmente a su esposa, quien padece diabetes. Ortiz realiza él mismo el corte del pollo, una tarea que al principio le causó lesiones, pero que aprendió a manejar con el tiempo. Gracias a este trabajo, pudo financiar la educación superior de sus hijos.
Anteriormente, Ortiz trabajaba en un motocarro, pero cambió de ocupación para estar cerca de su esposa y ofrecerle apoyo emocional. Recientemente, enfrentó dificultades debido al aumento del precio del pollo, que subió de 30 a 34 soles. Esto redujo sus ventas y generó preocupación entre los clientes.
Además de su trabajo, Ortiz sufrió una herida en la cara hace cuatro meses durante un altercado en su vecindario, al intentar mediar en una disputa. A pesar de las secuelas del incidente, Ortiz sigue comprometido con su trabajo y espera que la situación del mercado mejore para beneficiar a su negocio y a su familia.
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