Stanislaw Tyminski, un empresario de origen polaco, cambió la forma en que los habitantes de Iquitos, acceden a la información y el entretenimiento. Su llegada a la ciudad y la creación de la primera televisión por cable es una historia de innovación y adaptabilidad.
La travesía de Tyminski comenzó en Polonia, donde trabajó en diversas empresas electrónicas en Varsovia. Sin embargo, su deseo de buscar nuevas oportunidades lo llevó primero a Suecia y, finalmente, a Canadá. En Toronto, se estableció como un exitoso empresario en el campo de la computación industrial.
Su viaje a Iquitos fue impulsado por un interés personal en la ayahuasca y la telepatía, que consideraba cruciales para el éxito en los negocios y la vida personal. «Llegué a Iquitos en 1981, buscando conocer los rituales de ayahuasca y su impacto en la percepción y la telepatía», contó.
Al llegar a Iquitos, notó la falta de opciones de entretenimiento e información. En 1982, con su experiencia en radio y televisión, decidió lanzar el primer canal de televisión local, Canal 11, que transmitía películas en color y capturó rápidamente la atención de la población.
Sin embargo, las restricciones legales impuestas por el gobierno peruano impidieron que Tyminski obtuviera una licencia oficial para el canal abierto. «Me desanimó la negativa del gobierno, pero decidí aprovechar mi conocimiento y establecer un sistema de televisión por cable, que no requería la misma licencia», explicó.
El lanzamiento de la televisión por cable en Iquitos fue un éxito rotundo. «Las colas frente a nuestra oficina eran largas, la gente estaba ansiosa por pagar la instalación y disfrutar de los 50 canales que ofrecíamos», recuerda Tyminski. La tecnología importada de Canadá permitió a los residentes de Iquitos acceder a una variedad de contenidos nunca antes vistos.
No todo fue fácil. La empresa de transporte de combustible que también fundó, Petro Rápido, sufrió enormes pérdidas debido a robos y falta de supervisión. Además, enfrentó desafíos legales y administrativos, pero encontró la manera de adaptarse y superar los obstáculos.
Después de años de éxito en Iquitos, Tyminski decidió regresar a Canadá para cuidar de su empresa de computación. «Me hubiera gustado quedarme en Iquitos, pero tenía que asegurar el futuro de mi empresa en Canadá», afirma.
Hoy, vive en Canadá, visitando Iquitos ocasionalmente. A sus 76 años, sigue activo en su empresa de computación y disfruta de su tiempo libre en su jardín y laboratorio casero.
Tyminski no solo revolucionó la televisión en Iquitos, sino que también dejó un legado de emprendimiento e innovación. «Me siento orgulloso de haber roto el aislamiento de Iquitos del resto del mundo. La televisión por cable ofreció una ventana al mundo para muchos jóvenes que, gracias a esto, pudieron soñar con un futuro mejor», reflexionó.
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