*Willy Junior Lemos Chota, Director de colegio primario de capital distrital, analiza realidad escolar y hace precisiones a tomar en cuenta. “Autoridades deben optimizar recursos”. Dejará el cargo en diciembre y resume su experiencia en capital de Puinahua como extraordinaria. Ha escuchado que algunos se tratan de “indios” y “gringos” y eso le produce mucha preocupación.
Willy Junior Lemos Chota ya está juntando sus libros, bolígrafos y papeles porque en diciembre deja la Dirección del colegio de Primaria No. 60633 de Bretaña. Más que nostalgia por lo que dejará y las gestiones que concretó se nota que se va con la satisfacción del deber cumplido. “No hemos conseguido todo lo que pedíamos, pero al menos se ve mejoría”, confiesa mientras niega gentilmente cualquier tipo de grabación “para evitar problemas y malos entendidos”.
Los 315 alumnos que dirige en dos turnos junto con los 15 docentes y tres del personal de servicio son testigos de su labor. En un colegio de Primaria con esas condiciones y características no es mucho lo que se puede hacer si es que las autoridades y el entorno niegan apoyo a las iniciativas. La falta de mobiliario, por ejemplo, es un problema que no ha podido solucionar. “Hemos pedido 100 sillas y mesas a la UGEL a la que pertenecemos y se nos ha negado por lo mismo de siempre: falta de presupuesto”. También solicitó a la empresa privada y tuvo la misma respuesta. Como las personas pasan y los colegios quedan no pierde la esperanza que el nuevo director, que comenzará sus labores en enero del 2023 ,tenga mejor suerte. “Porque 100 mobiliarios no es mucha plata”. Y con cierta resignación añade: “Al municipio de Bretaña mejor ni pedir”.
El principal problema que encontró cuando asumió el cargo fue que los padres dejan a los niños en el colegio y creen que todo debe hacerlo el maestro. Cuando surgen los problemas son los mismos padres que culpan a los maestros, directamente al Director, del mal comportamiento de sus hijos. “Aunque parezca mentira hay mucha drogadicción en este pueblo”. Lo dice sin pausas cuando le preguntamos ¿cuál es el principal problema? Su respuesta tiene que preocupar. Golpea, en realidad. Porque si un profesor que es director del principal colegio de Primaria del distrito parte de esa premisa ya nos podemos imaginar el futuro que nos espera desde Bretaña.
El colegio no tiene vigilante para ningún turno: diurna ni nocturna. Es un espacio inmenso que ni siquiera cuenta con un cerco perimétrico. Vale decir que la seguridad es limitada. La infraestructura es precaria y no se vislumbra una mejora. En personal docente también tiene deficiencias. Mejor dicho carencias. Tanto así que al profesor de Educación Física lo tuvo que enviar a una aula. “Imagínese”, es la palabra que pronuncia. Ante ese panorama sombrío le reiteramos la pregunta sobre los padres de familia y cómo la pandemia cambió el quehacer de los alumnos, docentes y padres. “Los dos años de pandemia han propiciado que se note más el desinterés de los padres de familia hacia la educación de los hijos”. Con las clases remotas se agudizó todo porque la conexión de internet es pésima e impedía cualquier tipo de avance. A pesar que a través de PRONATEL se pretendió mejorar la conexión nunca se logró que las clases virtuales se desarrollen con normalidad. Los resultados se verán en los siguientes años. Terrible. Bien terrible.
Sobre la riqueza que se explota en el distrito y que sirve para que no sólo él piense que “Bretaña es la gallina de los huevos de oro” sino que esa frase ha sido dicha también por el economista Róger Grández al analizar la situación social y económica de la explotación petrolera. Parece que los huevos no están en las canastas apropiadas. Salud y Educación debería tener indicadores positivos en el distrito. No es así. Aunque por su cargo prefiere no meterse en los líos sociales donde se habla de mestizos e indígenas no puede obviar la explicación de las repercusiones que tiene dentro del colegio que los niños, en varias ocasiones, se traten de “indios” y “gringos”. Se ha tenido problemas con esas expresiones que, definitivamente, vienen desde el hogar y en el colegio tenenos que combatir con inteligencia porque a veces los padres piensan que si no nos ponemos del lado de ellos ya estamos en su contra, nos dice con algunas palabras distintas. Él vio en alguna oportunidad una gresca donde unos sacaron sus lanzas y se puso a pensar a qué puede conducir toda esa violencia.
“Me gustaría salir a favor del pueblo porque quiero el progreso de los puinahuinos que es gente buena”. Reitera en varias oportunidades aquello de gente buena. El hombre nace bueno, la sociedad lo corrompe, pensamos al ver niños saltando entre arbustos con la inocencia de sus primeros años. Al escuchar al profesor Willy Lemos Chota uno tiene que ratificar su esperanza en la Educación. Porque en un día cualquiera está cumpliendo su labor. Se nota en sus expresiones la vocación docente. Se observa en sus palabras la desazón porque siempre se puede hacer más en un pueblo donde el Director de escuela es un referente. Así que dejará a fin de año a la gallinita de los huevos de oro y ojalá que su reemplazante tenga las habilidades de orfebre para que no sólo se reparta bien los huevos sino que el gallinero no se alborote y todos eviten el enfrentamiento.