El oxígeno, una de las principales armas para mantener vivos a los pacientes con coronavirus, es escaso en Loreto y ha generado discrepancias entre las autoridades regionales, del sector salud y la iglesia.
“No sé si el Gorel (Gobierno Regional de Loreto) está fallando para poder superar esto, pero no ha conseguido lo que se necesitaba para afrontar la segunda ola, como camas disponibles y oxígeno”, declaró para Pro & Contra el padre Miguel Fuertes, administrador del Vicariato Apostólico de Iquitos. Al tiempo de aclarar que de parte de la iglesia no existe enfrentamiento sino preocupación porque no existan más muertos.
La autoridad eclesiástica responsable de la campaña de recaudación de fondos que el Vicariato emprendió para comprar oxígeno en Loreto, cuestionó el papel que juega el gobernador regional quien en su momento no gestionó la ayuda necesaria ante el Gobierno Central.
“Si cada uno cumpliera su rol no estaríamos en la situación que estamos. No sabíamos que venía una segunda ola ¿Qué pasa?”, expresó.