Administrador del Vicariato de Iquitos, Miguel Fuertes:
“El padre Raymundo tiene tanto la vocación sacerdotal como médica y ambas van de la mano, no son cosas tan dispares, el padre seguirá desarrollando sus dos vocaciones que es una sola, más allá de que sea en un lado u otro, el Estado debe cumplir sus responsabilidades, la Iglesia sólo es un apoyo”, dijo el administrador del Vicariato Apostólico de Iquitos, Miguel Fuertes.
En declaraciones para Pro & Contra Digital, Fuertes dijo que “antes de la llegada del padre Raymundo, la parroquia tenía un laboratorio que era atendido por las hermanas franciscanas, había botiquines en Bagazán, en La Inmaculada; es decir, es parte del trabajo parroquial, incluso yo en Santa Rita de Castilla ayudé a coserle la lengua a un niño que se cortó con un biberón de vidrio. Es inherente al trabajo pastoral, trabajo de salud, humano, es de iglesia, todo humano es divino, nada de lo humano es ajeno a la Iglesia”.
“Debemos discernir cuál es la forma más adecuada de seguir ayudando. El padre Raymundo seguirá ejerciendo su vocación única por la salud física y espiritual, la forma no importa. Además, seguirá en Iquitos, si bien es cierto es diocesano de Malta, pero hay un acuerdo con el Vicariato de Iquitos y él quiere seguir aquí”, culminó Miguel Fuertes.