En el distante laberinto  de una covacha ubicada en Pakistán  fue cazado como una mansa paloma Osama Bin Laden.  La versión es oficial. Así el antiguo socio de los yanquis, el varón que hacía negocios redondos con sus pares norteamericanos, el que se alzó en armas contra sus antiguos compinches, el hombre más buscado del planeta, el líder de una facción árabe radical, acabó sus días violentos.  Se podría decir que murió en su ley. Pero Alá sabe más sobre eso. El tiro de gracia no le dio algún militar especializado en matar, como en Vietnam, en Bay Fu o en cualquier otro lugar donde estalló el genocidio del imperio.

Fue obra del oportunista  Barack Obama que ocupó las pantallas televisoras nocturnas para  anunciar esa muerte manipulada. En su seco y anodino discurso,  con cara a su reelección,   trató de  hacernos creer que el crimen  fue un acto de tardía justicia. Pero en verdad todo fue una vulgar aplicación de la ley del Talión o de Radamanto, decreto animal que consiste en aplicar  el vengativo  ojo por ojo y diente por diente.  Sorprende, asombra, irrita,  que líderes demócratas, mandatarios humanistas, próceres algo respetables, gentes  decentes, hayan aplaudido el crimen, olvidando que existe en alguna parte la balanza de la justicia. El peor de todos fue la infortunada frase del  saliente Alan García. Dijo que la muerte del  extremista barbón fue el primer milagro del muevo santo católico. 

El eventual cantante de rancheras, y tantos otros,  parecen ignorar  que hasta el peor criminal tiene que ser juzgado. La violencia ha sido servida otra vez. Osama Bin Laden no jugaba a pistolero. La herencia violenta le sobrevivirá sin ninguna duda.  Al Qaeda dijo su palabra antes de todo.   En esa palabra hay la amenaza de más sangre, más muertes. Las victimas futuras de esa guerra que se viene  deberían encomendarse desde ahora a Alá o a cualquier santo milagroso.

1 COMENTARIO

  1. Seras ingenuo o ere simpatizante de Obama, el escogio su destino ser fanatico de una secta religiosa, cunado ocurrio lo del 11 de septiembre que lo vio todo el mundo donde estaban los derechos de todos los civiles, bomberos, policia medicos etc que acudieron a ayudar y lo peor se paneaba que el lo habia hecho un ataque artero a la traicion como solo los delincuentes terroristas lo hace, tendrias que haber estado en la captura para que veas que el no se iba a entregar murio en su ley y punto, recibio lo que estaba buscando y han sido sus compatriotas de su entorno que lo han dateado.

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