Hace unos días se publicaba una encuesta en la cual se señalaba que las mujeres españolas han hecho suyo las reivindicaciones feministas pero, unos datos a la contra, es que los machos ibéricos son más controladores sobre las mujeres pero apoyan las exigencias feministas ¿? Les revisan el móvil y exigen en las elecciones de prendas de vestir. Hay un hecho que advertía, y se lo comentaba con F, era que el macho ibérico es muy feminista con su compañera, pero es brutalmente machista con aquellas mujeres que no son su compañera, ni te digo sí son las mujeres que se dedican al cuidado en el hogar o sus padres ¿Cómo entender este descalzaperros? Es que sigue siendo machista es la primera conclusión, con su compañera hace el paripé, toda una estrategia de supervivencia del macho que está en seria competencia con el macho latino de pelo en pecho y culo peludo. En la misma encuesta se comentaba que la visión de las relaciones de género pasaba por una visión clásica ¿o conservadora? De las relaciones entre las personas, es decir, se inclinan por las relaciones heterosexuales o que el hombre es el proveedor de la economía del hogar. La información de esta encuesta nos quiere indicar es que los machos andamos sin brújulas y muy perdidos, amañando estrategias para sobrevivir con los privilegios patriarcales que se pensaron que eran normales. A pesar de las contradicciones que nos puede dar la encuesta, una primera valoración sería que el mundo del macho está en una severa crisis, que andamos desnortados ante el avance feminista por más que haya Trump en Estados Unidos o Vox en España, que no sabemos dónde ubicarnos ante el tsunami feminista, que el orden heteropatriarcal se está viniendo abajo. Las reivindicaciones reclaman un orden más igual y hay que apoyarlas sin ponernos máscaras o hilando estériles estrategias.
