Martín Vizcarra

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Bienvenido, presidente

De pronto, como reparando un error o un equívoco, como reaccionando a tiempo, el mandatario Martín Vizcarra se dejó de cosas o de viajes a otras latitudes y visitó Iquitos. Era ayer domingo y el ilustre visitante asistió a clausurar la Expo amazónica. Así, aunque nadie le anunció con bombos y platillos o con optimistas notas de prensa, el referido pudo estar presente en un evento de esa importancia. De esa manera el mandatario peruano demostró que de alguna forma le interesa la franja oriental de la patria. Se espera, nomás, que no espere eventos importantes para caer por estos lares. Se espera que de su propia iniciativa visita Iquitos y otros lugares selváticos, trayendo noticias de inversiones o de algún plan de desarrollo.

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Fin de feria

Ha concluido la Expo amazónica y nadie puede negar que el evento fue exitoso. Los logros estuvieron dentro de lo esperado, dentro de lo planificado. Lo único que nos pareció flojo y hasta improvisado fue la programación cultural que salvo una o dos cosas de mérito, era digno de otro escenario. Al parecer, el inepto que está al frente de la Subgerencia de cultura del gobierno regional, Armando Almeida, manipuló para presentar verdaderas mediocridades al paso. Es decir, no escogió gente con mínima calidad la calidad que apeló a cualquier hijo del vecino, como si se quisiera mostrar lo peor y no lo mejor de la producción cultural.

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Feo espectáculo

El alcalde Martín Arévalo tiene que ser más mosca para torear los problemas en su distrito. Debe estar más alerta y no esperar que los vientos de la protesta arriben a su propia casa. Eso quiere decir que debe tener presente las quejas y peticiones de los vecinos, sin dejar que se acumulen como hechos sin solución. O sea que tiene que dar prioridad a algunos problemas para que después no se conviertan en una carga. Porque es un feo espectáculo que los protestantes tomen la decisión de acudir a la vivienda del acalde como si no hubiera otros mecanismos para hacerse escuchar.

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El llanero solitario

De un tiempo a esta parte, el congresista Jorge Meléndez ha ido quedándose solo en su curul. Por diversos motivos, muchos de los integrantes de Peruanos por el Kambio se fueron a otros lares, abandonando las siglas que prometieron defender. Y así, poco a poco, fueron reduciéndose los miembros del oficialismo, hasta que se fueron los últimos tres integrantes, entre los que se contaba la vicepresidente. Ahora el negocio de representar al gobierno se ha reducido a su mínima expresión. Solo quedan 5 miembros de 14 que fueron en su momento. Y el congresista loretano es uno de ellos. Se trata entonces de una minoría y Jorge Meléndez debe sentirse solo en su escaño, abandonado a su suerte, pero quiere quedarse allí, haciendo el papel de vocero del disminuido oficialismo.

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Demora de la justicia.

Desde hace tiempo el nombre de Pedro Chávarry infesta los medios de comunicación del país. Sus hazañas le han colocado en esa posición. Pero pasaba los días y nada le pasaba. Era como si gozara de la impunidad ya que quedaba libre de polvo y paja. Hasta que las cosas cambiaron recientemente y el fiscal de la nación le ha denunciado penalmente por la abusiva remoción de los fiscales del caso Lava Jato. Es dccir, recién se tratara de hacer justicia. Un poco tarde pero en fin.

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Caos a la vista

Otra cosa que no estuvo bien fue el caos vehicular que se armó sobre todo durante la inauguración y la clausura. Nadie planificó el uso de los vehículos y todo se desbordó en una confusión de unidades motorizadas que tenían que encontrar un lugar en cualquier parte, a como diera lugar. Así las cosas todo fue un zafarrando que se pudo controlar a tiempo. La solución no llegó y en esos días se tuvo la impresión que se trataba más de uno de esos horribles embotellamientos que a veces ocurren en las calles de la ciudad. Para otra vez será, decimos como una disculpa tardía.

Jornada importante

En estos días, es interesante esa campaña de reorganizar las bibliotecas escolares estatales que auspicia la Universidad Científica del Perú. Porque en esta hora dramática en que ocupamos el último lugar en comprensión de lectura, se hace imperativo que se haga algo en beneficio del libro y la lectura. A esa campaña deberían sumarse otras entidades e instituciones para formar un colectivo dispuesto a luchar para acabar con esa penuria que ya tiene varios años. Solo así, unidos, podremos intentar cambiar las cosas y lograr al final que los estudiantes comprendan lo que leen.

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