IDL – Reporteros es el dolor de cabeza de algunos políticos peruanos. Ahora le tocó “pagar pato” al “intocable” Alan García.
Gracias a un tweet de la Cancillería Peruana se hizo de conocimiento a la opinión pública que el Embajador de Uruguay les había comunicado que el ex presidente del Perú, Alan García Pérez, había solicitado Asilo Político, en vista que, para él, las leyes peruanas y sus procedimientos, se habían desnaturalizado y que habían sido manipulados por intereses políticos como instrumento de persecución desde el estallido del escándalo de Odebrecht.
Como persona humana Alan García tiene esa potestad de solicitar asilo político, ya que es una institución internacional de protección a aquellos que son considerados como perseguidos políticos. Lo cual consiste en que un Estado recibe y acepta de un perseguido político el pedido de darle protección y recogerlo en un propio territorio o en su sede diplomática. O como lo precisan los juristas Rubio – Bernales (mencionado por Alexander Rioja) que el asilo puede iniciarse bien porque el perseguido político ingresa a una embajada del asilante y solicita la protección, o bien porque se interna en su territorio para luego reclamarle la protección… además porque el asilo implica dos presupuestos: la condición de refugio físico del asilado, y el amparo jurídico del Estado asilante.
Pero ¿Alan García merece ser llamado perseguido político? ¿Acaso no hay suficientes indicios que presentó IDL para tomar en cuenta una investigación profunda sobre actos de corrupción contra el ex mandatario peruano?
Sinceramente es necesario recalcar el afrontamiento que otros políticos peruanos realizaron, a pesar que se cometiera mala praxis en sus debidos procesos. Claro ejemplo, el de Ollanta Humala y Nadine Heredia, que se entregaron voluntariamente ante el Poder Judicial; del mismo modo el afrontamiento de la señora Keiko Fujimori.
Si los políticos antes mencionados dieron la cara ante hechos que ellos y muchos peruanos lo consideraron injusto, entonces ¿Por qué Alan García no puede hacerlo? Dónde queda el honor de aquel político que siempre dice: “el que no debe, no la teme”.