Escribe: Jorge Martín Carrillo Rojas.

Los congresistas Luis Galarreta, Mauricio Mulder, Juan Carlos del Águila, Patricia Donayre, Jorge Meléndez, Tamar Arimborgo, entre otros. Los alcaldes Euler Hernández, Richard Vásquez, Francisco Sanjurjo, Adela Jiménez y demás. Los gobernadores regionales Fernando Meléndez, Víctor Noriega (San Martin) y demás están donde están, no por obra y gracia del espíritu santo. No están en los cargos que ocupan porque se sacaron “la tinka”. Los nombrados y demás, están como autoridades porque hemos sido nosotros, los electores, quienes hemos confiado en ellos.

En las últimas semanas se demanda el cierre del Congreso, medida que de concretarse depararía una nueva elección, porque democráticamente no se puede dejar sin un Poder Legislativo, si se vive en democracia y puedo apostar que nuevos personajes, peores a los que ahora ocupan una curul, serían elegidos y en el peor de los caos algunos serán reelegidos. Porque solo en dicho poder del Estado vale la reelección, aunque usted no lo crea.

Y la culpa no es de ellos, la responsabilidad, nos guste o no, es nuestra. La de nosotros los electores. Somos quienes confiamos en personajes sobre quienes conocemos poco y, pese a ello, los elegimos sin criterio alguno.

Pero más allá de equivocarnos al elegir, lo penoso es que quienes son electos, se olvidan que ellos, congresistas y alcaldes, están para legislar y gobernar para los pobladores, no para sus intereses. Ellos ostentan el poder porque el pueblo los eligió y no nos hacen favor alguno cuando promulgan leyes que van en contra de la población o ejecutan obras mal hechas y encima las inauguran viéndonos la cara de tontos.

A cuatro meses de volver a las urnas para elegir gobernadores y alcaldes en todo el país, es tiempo que todos maduremos como electores. De nada servirá usar las redes sociales para expresar la vela verde y calificativos, cuando ya se tiene a las autoridades elegidas que nadie nos impone, ni los medios, sino que nosotros elegimos democráticamente.

A los actuales congresistas hay que tenerlos soplándoles al oído buscando que fiscalicen y promulguen leyes que favorezcan a la población y no a sus intereses que en muchos casos son más que evidentes. Si algo pueden hacer los llamados «padres de la patria», además de agradecer a los electores que les cambiaron la vida y a muchos los sacaron de misios, es que legislen en beneficio de todos.

Para elegir a los gobernadores y alcaldes estamos a la vuelta de la esquina, y se hace necesario que demandemos a los aspirantes a autoridades propuestas serias y viables.

Busquemos que los candidatos planteen cómo harán, de llegar a ser elegidos, para solucionar problemas como la limpieza, la inseguridad ciudadana, la deficiencia en el servicio de agua y desagüe, y otros problemas en las ciudades y poblados de la región Loreto.

Es necesario que sepamos elegir y dejemos de mentirnos nosotros mismos.

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