Ellos protestan
Protesta de estudiantes y postulantes a la Unap que ayer por la mañana a las afueras de la oficina de admisión hicieron tremenda bulla en reclamo por una serie de situaciones que ellos consideran injustas o anormales. Por ejemplo eso de que los que se preparan en la Cepre-Unap tengan cada vez más cupos de vacantes en el examen de ingreso. Los jóvenes consideran que los que se presentan de manera regular son los que deben tener más posibilidades en las vacantes. En fin, las autoridades universitarias tienen la palabra.
A opinar
A propósito de estudiantes universitarios, francamente causa preocupación la poca capacidad que tienen muchos de ellos para poder expresar una opinión o posición en torno a temas que tienen que ver con el acontecer local o nacional. Lo de Odebrecht, por ejemplo, les pone de cabezas. Los periodistas les piden su opinión y salen corriendo, como alma que se les lleva el diablo, como participantes de Esto es Guerra o Combate. No sabemos si les da roche, si tienen vergüenza, son muy introvertidos, pánico a las cámaras o micrófonos, no sabemos. Pero lo que si decimos es que un estudiante universitario debería estar en la capacidad de opinar sobre diversos temas.
Cuidado con eso
Amenazas van amenazas vienen por estos días así como si nada. Un abogado señala en un programa de la TV local que está recibiendo llamadas donde le piden que cierre la boca sobre la empresa de agua potable. Por otro lado, nos enteramos que al presidente del directorio de otra empresa de servicio, también le han amenazado de la peor manera. ¿Qué es esto? ¿Dónde estamos? En el lejano oeste, en la tierra del olvido, donde fácilmente las mafias o cobardes le ponen contra la pared a la gente. No pues. Esto tiene que encontrar el rechazo de todos, más allá de cuestiones políticas y otro interés.
Ya pues
Hay instituciones educativas que necesitan urgentemente ser atendidas, más si se tiene en cuenta que estamos a mes y días del inicio de clases. Y, ojo, que no estamos hablando de colegios en zona rural. Para que vean que la cosa es preocupante hasta en la misma ciudad. Juan José Bardales Chuquipiondo y Petronila Perea de Ferrando son solo dos botones de muestra. Sin embargo, desde el Gorelor les dicen a los directores que ellos deben solucionar el problema, que averigüen, por ejemplo, que locales pueden alquilar y cuánto es el costo. No frieguen, pues.
¿Ya llegó?
En serio. Alguien puede decirnos qué hay del Ferry. Dónde está. No, no, no… no estamos hablando del esposo de la alcaldesa, sino de esta embarcación que iba a llegar para transportar a 300 pasajeros con comodidad y seguridad en un solo viaje hasta la zona de frontera. No es por nada, pero sentimos que aquel anuncio con bombos y platillos, ha pasado al sonido solo de una lata de leche. Por lo menos que nos digan cuando será el recorrido inaugural. Amigos lectores de fuera preguntan y no sabemos que decirles.
Metida de pata
Ayer se publicó una información errada en la página 5 de nuestro diario, que involucró lamentablemente a OEFA y a Petroperú. Semejante equivocación producto de echarle mano a información de una fuente no confiable ni contrastada, provocó nuestra falta. Públicamente a través de este espacio, pedimos disculpas a ambas instituciones. Interna y administrativamente, por tal motivo, ya hemos tomado las medidas de caso.
Tienen vara
No es por nada pero los motocarristas se alucinan feo, todo porque hay autoridades en todo los niveles que les paran bola a la primera, so pretexto y calculo, que les serán útiles en época de campaña. Por eso, les dejan que utilicen las plazas públicas como sus locales sindicales -a una persona que vende caramelos ya le hubiesen botado a palos-. Ahora protestan porque no “les permiten” cerrar la calle Nanay. Es decir, en un lugar de por si tugurizado como esa calle del mercado Modelo, ellos han convertido en sus paradero y quieren quedarse ahí. Es lógico eso. Para nada, pero vean como se estacionan hasta en tres filas cada vez que hay un partido de futbol en la esquina de Castilla con Brasil. Y no nos digan que por ahí no pasa ni un solo policía.