Ha sido la frase más utilizada en los últimos días para tratar de frenar a algunas personas que tratando de hacer uso de su absoluto derecho al libre tránsito querían participar de la marcha del orgullo de todas las ciudades donde se desarrolla este evento.
Pero cuál es el meollo del asunto; ¿realmente afecta la salud mental de un individuo ver a una personas en prendas diminutas? Los niños o familias que asisten a la marcha se sienten ofendidos por el supuesto calateo de seres humanos?
El cuerpo es el arma perfecta-dicen los entendidos en el tema-para ejercer presión social ante hechos que se tratan como condenables, por ejemplo:
Los activistas del PETA; la organización protectora de animales quienes en algunas de sus más controversiales campañas publicitarias utilizan el cuerpo de mujeres desnudas casi todas famosas de ellas de Hollywood para concientizar a no utilizar pieles de animales como una prenda de vestir? Esas calatas como gesto de apoyo a la causa animal acaso no son aplaudibles?
El fotógrafo Spencer Tunick; quien a través de la fotografía retrata desnudos masivos en contra de los sistemas y estereotipos concebidos por nosotros propios, en su más reciente intervención en Colombia logro tener una convocatoria de cerca de 4.000 personas quienes se despojaron de sus ropas y posaron para su lente, quienes con diferentes motivos mostraron su cuerpo en forma de protesta social. Estos desnudos le afectaron a algún latinoamericano acaso?
El carnaval más grande del mundo hablamos de Rio de Janeiro, la popular celebración que se da en las calles del país de Brasil por varios días presenta a hermosas “garotas” bailarinas y danzantes, quienes muestran lo mejor de la zamba y de sus cuerpos desnudos cubiertos únicamente por fulgurante purpurina, alguien ha reparado en que no todas las mulatas son mujeres biológicas? ¡Oh sorpresa! pero tampoco nadie repara en la desnudes que ellas presentan, es mas es propicio para reversar los pasajes para las próximas vacaciones con toda la familia, verdad?
Pretender “normalizar” al colectivo LGTBIQ es una constante desde todos los lados , nos bombardean con mensajes que ser recatados , vestir con moderación, comportarse como tal o cual la reflexión y el análisis personal es que existe un miedo al cuerpo del travestido o travestida , cuanto más transgresor y cuanto menos perfecto este cuerpo es mejor jugarlo , anularlo, evidenciarlo –con las peores fotos claro-hemos naturalizado tanto ser solo seres binarios es decir solo hombre y mujeres que cualquiera que se asuma o se acerca a los genero NO binarios , es peligroso para el común de los que se auto llaman “normales” una expresión antigua para nuestros tiempos , solo quiero reproducir lo que menciona Tamara Adrian –la primera diputada transgenero de Venezuela-quien dijo “La Identidad de Género es Mutable” vaya razón que tiene mi querida Tamara.