COLUMNA: PIEDRA DE SOL
Por: Gerald Rodríguez. N
La paralización de Loreto por cuarentaiocho horas para el 2 y 3 es una manifestación incómoda para el Gobierno central, ya que la protesta responde al entramado vaiveneo que Petroperú debía o no debía ser la responsable del Lote 192, acabó en el retiro de los votos congresales del Apra y el fujimorismo, quienes habían sido los primero en haber encendido la mecha de posibilidades a favor de la entidad del Estado, ganando las votaciones para la empresa privada Pacific Stratus Energy del Perú.
Pero la última palabra no solo lo tuvo el Congreso y su juego del gato y el ratón, en persecución de la desacreditación del Gobierno, sino que ambos terminaron por avalar el favoritismo a la empresa privada, violando la validez de la Consulta Previa del Lote 192. Un Gobierno que tuvo mayor voz en decir que Petroperú no va, pese a las contradicciones vertidas a toda una región y a todo un país. El dialogo que por ley se debe cumplir, el plazo razonable, la interculturalidad, la transparencia, la información oportuna, ausencia de condicionamientos, entre otros pasos para la consulta previa han sido ignorados, poniendo esto en riesgo la estabilidad de una región y el desarrollo de quienes más lo necesitan. Pero, ¿por qué el Gobierno solo ha firmado con Feconat excluyendo a Fediquep y Feconaco? Fediquep y Feconaco concentran la mayor cantidad de comunidades directamente afectadas con la mayor cantidad de pozos e instalaciones petroleras en sus territorios, por tanto sus exigencias y preocupaciones son mayores que las de Feconat, pero de igual modo fueron excluidas en la toma de decisiones. ¿Acaso no es ilegal que MINEM concluya el diálogo cuando Fediquep y Feconaco no han firmado un desacuerdo, y más bien han expresado disposición al diálogo en carta al presidente Humala del 21 de Agosto? Y la decepción llegó después que el Ejecutivo rechazara el pedido del pueblo loretano.
Al otro lado del juego están los cuatro parlamentarios que representan a Loreto, que hasta el momento se ve que solo juegan un papel más que a favor, en contra de los intereses de los pueblos indígenas y del desarrollo de la región a la cual representan. Ni una muestra de solidaridad, ni un ápice de lucha en favor de los que les han elegido se muestra hasta ahora, ya que su mutismo se hace vigente, en estos tiempos de reelección, que ya están empezando a buscar nuevos votos, paseándose por toda la Loreto, sin hablar del tema de fondo que está por definir el sueño de un pueblo que por años ha venido viviendo toda una pesadilla.
Ser amazónico es tener conciencia amazónica, respirar como amazónico, soñar como amazónico, vivir como amazónico, luchar como amazónico. Es también joderse como amazónico; el Gobierno piensa como si fuera el único peruano, piensa con sus ideas centralistas a favor de los intereses empresariales, aislantes y discriminadores. Los políticos piensan como trasnacionales; el gobierno conyugal piensa como empresario, como entreguista y actúa fielmente de memoria con la Constitución de 1993, neoliberal, que empobrece y seguirá empobreciendo a las grandes mayorías, que seguirán buscando con lucha ser atendidos.