Por más pequeños que sean tus hijos tienen mucho que decir, depende de ti hacer que ellos lo expresen y darle a la importancia a cada asunto como merece. Sigue los siguientes consejos para que tu relación con ellos mejore.
- Sé paciente.
- No completes sus oraciones.
- Déjalos terminar, incluso si parece que no llegan a ningún lado.
- No interrumpas.
- Hablen frente a frente y haz contacto visual.
- Si están sentados inclínate hace tu hijo para que vea que estas interesada.
- Aprovecha los momentos que tengas con él; ya sea que vean TV, escuchen música o cuando lo arropas en su cama de noche.
- Si tienes mandados que hacer lleva a tu hijo contigo.
- Hazle preguntas pero evita decir «por qué».
- Pídeles su opinión acerca de algo que te haya pasado.
- No hagas conclusiones.
- No cambies el tema, asiente constantemente o di «ya veo», o «mjm» para que vea tu interés.
- Evita decirles que no se sientan de cierta manera («no te preocupes por eso» o «no llores».
- Deja lo que estás haciendo para ponerles atención.
- Hazles saber que te interesa y que te cuenten más al respecto.
- Si se trata de una pelea, repite lo que te dicen «Entiendo que dices que soy injusta por no dejarte salir en un día de escuela».
- Deja que el teléfono suene si están en medio de una conversación.
- No veas tu reloj mientras hablan.
Ahí lo tienes, prestar atención a tus hijos no debe ser tan complicado. Trata de escuchar más de lo que hablas y verás cómo tus niños lo agradecen.