El Debate de la Nación es un mecanismo parlamentario de la democracia española que se celebra anualmente. En el cual el presidente de gobierno pergeña lo que hizo y va hacer en los próximos meses. Y los grupos de la oposición debaten y replican lo que dice. Nace de una práctica parlamentaria. En la mentalidad parlamentaria española, infelizmente, este debate se centra, principalmente, entre lo que clama el presidente de gobierno y el principal partido de la oposición dan así tributo al malsano bipartidismo que tanto ha enfangado la vida pública española. Cierta vez pregunté a un amigo politólogo (exasesor de un presidente de Gobierno) porque esa obcecada deriva bipartidista y me contestó que era para dar estabilidad a la vida política española. No me quedé satisfecho con su respuesta porque observaba cierta complicidad entre los dos partidos y además que sabía a poco a una democracia que venía de los lodos de una dictadura como la franquista donde todo era opaco y gris. Esta vez el Debate de la Nación era un ensayo fallido porque faltaban ciertos actores protagónicos de la vida política como es el caso de las agrupaciones PODEMOS (de izquierdas) y Ciudadanos (de centro derecha aunque tiene más de este último). Era una puesta en escena que sabía mal por no agrupaba a los actores emergentes y legítimos de la Nación, andaba renqueante (la dualidad legalidad/legitimidad en serio conflicto). De por sí era cumplir con el ritual pero este resultaba vacío, de mera y vacua formalidad. Ese era el fantasma que acosaba a este debate y los grupos políticos con representación parlamentaria, lamentablemente, ratificaron con su conducta que fueron devorados por el espectro. Un debate donde los principales partidos políticos ignoraban la calle. Viven la realidad de su torre de marfil. Era como tener una realidad paralela. Más cuando la agrupación PODEMOS replicó desde un teatro la propuesta del presidente de gobierno. Los sacó del cuadro a los partidos tradicionales. Fue una imagen en dos dimensiones que se vive en estos momentos en la democracia española.