[Desapareció hace una semana].

 Del denunciado Andy Ajon Macahuachi no se sabe nada, su madre señaló que había salido con algo de ropa hacia el Bajo Amazonas.

En todo un dilema se ha convertido el caso de una menor que había desaparecido desde hace una semana de su domicilio. Pero no se sabía si se había extraviado, se fue por sus propios medios o fue secuestrada por una banda que se dedicaría a explotar a menores de edad por diferentes ciudades del país.

Lo cierto es que luego de varios días de búsqueda un grupo de efectivos policiales la encontró en un inmueble de la localidad de Mazan, rio Napo, ubicado a una hora de Iquitos. La menor presentaba signos de desnutrición.

Maribel Paredes, madre de la niña llegó hasta las oficinas de Trata de Personas la semana pasada, para denunciar que su hija de iniciales D.C.P. (12) no regresaba a su casa ubicada en Prolongación Trujillo, Punchana. Según Paredes, un amigo que siempre frecuentaba su hogar con el pretexto de visitar a su hija seria quien con engaños llevo a su hija a vivir a otro lugar.

La desesperada madre acusó a Andy Ajon Macahuachi (19), de ser la persona que habría secuestrado a su hija, ofreciéndole un montón de cosas.

Ya con algunos datos proporcionados por la madre y otras investigaciones el TCO. 3ra PNP Antonio Pérez Ramírez, empezó con la búsqueda de la menor. Todo empezó por puertos, comisarias rurales y algunos pueblos ribereños. Siempre llevando y mostrando la fotografía de la niña D.C.P. de tan solo 12 años de edad.
Se ubicó a la menor.

Ayer domingo por la tarde agentes policiales viajaron hasta Mazan y llegaron hasta la casa de Andy Ajon Macahuachi, ubicada en la calle Arturo R. Arana S/N. La sorpresa fue grande para la madre del denunciado quien salió a atender a los agentes del orden y familiares de la niña.

Cuando estos ingresaron al domicilio y llegaron hasta la parte posterior ubicaron a la menor que estaba encerrada en un cuartito y con síntomas claros de no haber sido alimentada, con bajo peso y falta de higiene.

D.C.P. de 12 años confesó a su madre que esos días de encierro solo le habían dado arroz con huevo frito y no la dejaban salir ni al baño.