El exceso de grasa en tu piel, sea como sea que se exprese, es una molestia. Nos hace sentir inseguros y son procesos ante los que nos rendimos. La verdad es que en vez de gastar tanto dinero en ‘productos especiales’, puedes probar antes con estos útiles consejos.
- Concéntrate en ciertos nutrientes. Hay componentes como el zinc, vitamina A y algunos alimentos fermentados que son importantes. Éstos ayudan a que se pueda mantener un mejor equilibrio en los nutrientes que afectan a tu piel. Ayudan a reducir la cantidad de grasa en tu piel, así que consúmelos a tu favor.
- Cambia la limpieza de tu piel. A veces pensamos que limpiar la piel con aceite es algo sólo para pieles secas. Pero no. La verdad es que utilizar aceite de coco, oliva u otros para una limpieza casual en el rostro, regularía sus niveles de grasitud. También comer alimentos que contengan Omega-3. Todo de manera prudente, sin excederse. Hazlo una o dos veces por semana.
- Consume mucha fibra. Todo lo que contenga fibra es tu aliado. Manzanas, zanahorias, espárragos y otros deben ser tu prioridad. Son los principales a la hora de poder balancear tus hormonas. Piensa que usualmente nuestra piel se afecta por problemas en el tracto intestinal. Y la fibra es lo que mantiene esto en el mejor estado. Estarás bien por fuera y por dentro.
- Bebe mucho té. El té contiene muchos antioxidantes, por lo que hace una especie de “limpieza” en nuestro sistema. Elimina toxinas y balancea hormonas. Es un gran aliado, y debes integrarlo a tu dieta si no lo haces. Pero siempre recuerda que debes equilibrarlo con consumo de agua, pues si no te puede deshidratar.
- Conoce a tus enemigos. Nuestra piel es el reflejo de lo que nos pasa adentro. Más en cuanto a los niveles de insulina que tenemos. Usualmente los elevamos descaradamente con malos hábitos, como el alcohol y los carbohidratos. El fin de semana y las fiestas son un enemigo para tu piel. Recuerda moderar su consumo, o eliminarlos por completo. También los lácteos son un enemigo constante.