Cuestiones que quizá ni imaginabas pero resultan sumamente atractivas para un hombre, cosas sencillas, comunes y (no tan) corrientes.
- Lentes. Sí, es un cliché. Te hacen lucir sexy, atractiva, intelectual e inocente. Y la verdad es que ningún hombre puede resistirse a eso.
- Zen. Los hombres se vuelven locos por las mujeres que pueden mantenerse calmadas y para las que relajarse no es un reto, sino un estado natural. Tan sencillo como que si tienes ganas de llorar jamás lo hagas frente a él. Contrario a lo que muchas mujeres piensan que con el llanto manipulan a sus parejas, esto puede llegar a causas un rechazo inminente.
- Sudor. Una chica cubierta de sudor les resulta sumamente atractiva. Incluso si estás despeinada y chorreando, ellos sólo verán el glow.
- Esa de rojo. Un estudio de la Universidad de Rochester demostró que los hombres encuentran más sexy a las mujeres que usan dicha prenda en color carmesí.
- Ver cómo te estiras. Bajo cualquier circunstancia. Los estiramientos son súper atractivos para los hombres.
- Tu sonrisa. Por ahí dicen que una mirada dice más que mil palabras, pero al parecer la cosa no es así sino, una sonrisa dice más que mil palabras; así lo demostró un reciente estudio publicado por la American Psychological Association, que muestra que los hombres encuentran súper atractiva una sonrisa auténtica. Y tú pasando horas frente al espejo.
- Sin culpas. Si un hombre te quiere, jamás te impedirá comer lo que te gusta, y de hecho les fascina saber que eres lo suficiente libre y segura como para darte tus gustos sin remordimiento. Investigadores de Escocia encontraron que ellos prefieren a las mujeres con un peso normal, en comparación con las mujeres excesivamente flacas.
- La inteligencia. Una mujer inteligente, vale más que diez modelos de lencería que no saben quien gobierna el país en el que viven.
- Verte enojada. Ni la ciencia ha encontrado una explicación para esto, pero por alguna razón les encanta.
- Ver cómo te maquillas. La habilidad, destreza, gestos y por supuesto el resultado.