Desde finales del siglo XIX, los habitantes de la «Isla Bonita», quisieron desarrollar un malecón con el propósito básico de estética e identidad urbana. Evidentemente no levantaron un murallón protector en el acantilado, porque las aguas del río Amazonas en aquella época no representaba ningún peligro para la ciudad y desconocían el ciclo histórico del cambio del cauce del río, que ahora sabemos que se produce cada cierto tiempo. La orientación de los primeros constructores del malecón tuvo más un propósito estético. En la superficie alta crearon un espacio urbanístico con árboles y motivos ornamentales destinados al solaz de los vecinos y visitantes, un paseo peatonal por donde la gente caminaba, sin perder de vista el río y las actividades que en sus orillas se desarrollaban. En este periodo que duró aproximadamente un poco más de cincuenta años, la ribera del malecón tenía entre quince a veinte metros de altura con respecto al río; a lo largo de las partes mas desarrolladas de Iquitos, que por aquella época empezaron a sufrir los primeros y pequeños derrumbes periodicos. Sin mayor importancia, ya que estos derrumbes no comprometían los cimientos y comprendían menos de doscientos metros cúbicos de desmoronamiento. Posteriormente se dieron derrumbes mas grandes y mas significativos, que fluctuaban en tamaños que se estiman hasta de unos 20 mil metros cubicos de material; que llegaron a destruir edificios, facilidades portuarias y viviendas, pero estaban ubicados en las cercanías de la zona de Belen; a partir de la década del ‘40 del siglo pasado y durante 20 años, la frecuencia y la magnitud de estos derrumbes comenzó a incrementarse apreciablemente. Es importante destacar que el Amazonas es un rio “anastomosado” (que tiene un cauce que consiste en una red de pequeños canales separados por islas pequeñas y temporales); y estos pueden incluir partes meándricas, donde las orillas llegan a mostrar tendencias hacia la erosión o la deposición. Cuando esta última es continua, se forma un complejo de orillares como consecuencia de una migración unidireccional del río. Los cambios más extensos se encuentran en secciones anchas donde la velocidad de la corriente disminuye y la carga de sedimentos tiene la posibilidad de acumularse y formar islas.

Muchos años después de estos hechos, a inicios de la década del sesenta, los Iquiteños pasaron momentos de zozobra que reorientaron su preocupación central a la defensa de la Ribera, y esto se debió principalmente a que los niveles del río Amazonas en ribera de Iquitos desde el año 1962 hasta el año 1978, alcanzaron su nivel de máxima inundación y la diferencia entre el mínimo y el máximo anual (amplitud) había aumentado; registrando los valores más altos que el promedio del total de los años desde 1935. Esto generó una lógica angustia que concluyó desde que el río Amazonas empezó a alejarse de la ciudad. Si hacemos un repaso de la historia de nuestro malecón. Como es conocido, la instalación de un apostadero naval y una factoría. Convirtieron a Iquitos en el principal puerto fluvial de esta parte del Perú. Poco a poco como complemento natural de la actividad fluvial, aparecieron los primeros edificios, almacenes, tiendas y diversos embarcaderos. Se formo una calle ribereña que después recibió el nombre de «Malecón Tarapaca», en homenaje a los combatientes de la guerra con Chile. Existen relatos que refieren que además de la calzada y las veredas, el antiguo malecón contaba con una franja adicional de terreno que en determinadas partes tenía una extensión de 50 metros aproximadamente. El ornamento natural eran los árboles frutales corpulentos que a su vez dotaban al lugar de sombra que hacían placentera la permanencia de los paseantes, mientras que del barranco discurrían manantiales de aguas limpias y frescas donde el vecindario se bañaba y donde se obtenía agua para el consumo humano, obviamente en aquella época la ciudad carecía del servicio de agua potable. Durante las décadas del ‘60 y ‘70 se dieron los mayores cambios en el cauce del río Amazonas, y estos variaban tanto espacialmente (a lo largo del río mismo) como temporalmente. Además, parece que los procesos de erosión y deposición aumentaron durante estos años.

Como ya comenté los primeros derrumbes del malecón Tarapaca se dieron en la década del ‘40, y originaron que el terminal fluvial construido por la compañía naval británica «Booth Líne» ubicado entre las calles Ricardo Palma y Morona, fuera trasladado 800 metros río abajo de su antigua posición, en el sector que ahora ocupa la nueva plaza Ramón Castilla. El viejo mercado también se vio afectado por la erosión y fue desmantelado, y con el material de acero se levantó la cobertura del actual mercado central en la quinta cuadra de la la calle Sargento Lores. Para enfrentar el problema erosivo, fue necesario realizar estudios técnicos, destacando entre ellos el realizado por el ingeniero Eduardo Young (1948), que concluyó que la continua erosión de la rivera Iquiteña se debía al hecho de que el brazo occidental del río Amazonas paso de ser un canal secundario a principal, y como consecuencia la fuerza del caudal que pasaba por Iquitos se incrementó notablemente ocasionando los derrumbes, también se señala que las filtraciones de aguas del subsuelo por los desagües mal construidos en la década del ‘50, durante la gestión del alcalde “Paquito García”; ahumado que por ordenanza municipal se dispuso el cierre de los pozos artesianos de agua. Todas estas aguas subterráneas terminaron discurriendo hacia el río y contribuyeron a agravar el problema erosivo, originando una descompactación del suelo y su posterior desmoronamiento. En 1962, el area alrededor de la “Plaza Clavero” sufrió una serie de derrumbes muy grandes y la mayor parte de esta area permanecía en una condicion muy inestable, con una orilia casi vertical expuesta a la accion erosiva del rio. Y es que mas o menos 65 metros de distancia, pasaban las principales arterias o conductos bajo tierra y superficiales de los servicios publicos que esos tiempos conectaban los principales canales de aguas servidas de la ciudad. Aproximadamente por un kilometro aguas abajo del area de la Plaza Clavero, y es por eso que prevalecía en mayor o menor grado la misma condicion de ribera inestable. Yendo aguas arriba desde la Plaza Clavero, la situacion se torno más critica. Ya que dentro de esos años se había desarrollado un area de derrumbes, frente a la Prefectura, entre las calles Morona y Sargento Lores; así como derrumbes menores ocurrían durante este mismo periodo entre esta ultima area y la Plaza Clavero, y, en general, por todo el malecón tarapaca.

Estas áreas afectadas demostraron estar en una condicion muy inestable, y se revisaron las fotografías aéreas oblicuas tomadas a fines de Enero de 1965, estas se adjuntaron a los estudios que se realizaron con la finalidad de intentar salvar parte del patrimonio de la ciudad. En estas fotografias se podía notar la proximidad a esta ribera defectuosa, de importantes propiedades, así como calles, servicios publicos y el malecón; las cuales eran comparadas con fotografías de Iquitos de mas o menos cuarenta años atras. Por eso se pudo ver que la retrocesion de la ribera del rio no fue un proceso continuo. Por el contario, resultaba evidente que algunas areas de la ribera estaban iguales en ese momento a como lo fueron 20 o 30 años antes, mientras que en otras areas la orilla de la ribera estaba retirada hasta cuarenta metros tierra adentro. En estos últimos sitios, las facilidades portuarias, calles y edificios habían sido arrasadas. Sin embargo, existía la creencia generalizada de que el borde promedio de la ribera se extendia una media cuadra más rio adentro en los años anteriores, lo que se demostró que fue un concepto equivocado. Las noticias en la prensa de la accion erosiva de estos deslizamientos en Iquitos llamaron la atencion nacional sobre este problema y de que la poblacion de Iquitos sufría de una intranquilidad muy generalizada referente al problema de los derrumbes y esperaban con impaciencia el dia en que se inicie una acción correctiva efectiva. Los derrumbes siguieron en aumento, debiendo intervenir inclusive el Congreso de la República, cuyos miembros en esa época tenían iniciativa de gasto. Es así que en el año 1964, se firmó un contrato con la empresa «Mac Creary Koretzky Engineers» para la protección de dos mil metros de rivera desde la calle Ricardo Palma hasta el sector de la «Clinica Ana Sthal». Con el correr de los años , los desbarrancamientos siguieron produciéndose en dirección norte de la rivera. En el año 1970 la empresa contratada por el estado realizó trabajos en la cuadra del malecón comprendida entre las calles Morona y Napo. Lo que ocurrió en la década del 70, incluso obligó a construir un complejo muro de contención de concreto armado y con cimentación piloteada, para evitar que el caudaloso río cause erosiones y socave las bases de la estructuras del Malecón; lo que permitió su conservación y la de los edificios construidos en ese tramo. Pero a inicios de la década del 80 estos quedaron paralizados porque se constató que el río se alejaba de ese sector y por tanto no había necesidad de construir defensas.

En la década del ‘80 ocurrieron cambios significativos en el cauce del rio Amazonas a la altura de la ciudad de Iquitos, entre las desembocaduras de los ríos Nanay e Itaya, tanto aguas arriba como aguas abajo de la ciudad de Iquitos. La parte del Brazo Occidental que corría entre la ciudad de Iquitos y la de “Padre Isla”, revelo de manera indubitable que nos encontrábamos frente a fuertes cambios, pero en la ribera opuesta a la ciudad, y a unas mayores áreas de derrumbamiento que las ocurridas en las 3 décadas anteriores; y que los cambios eran significativos comparadas con los cambios de la ribera en otras partes del rio, ya sea rio abajo o rio arriba de Iquitos. Posteriormente siguieron ocurriendo cambios considerables en la ribera aguas arriba de “Padre Isla” donde se produjo una bifurcación del rio. Los estudios de la época demostraron que la erosion que se produjo en el extremo de aguas arriba de la isla, es comun para ambos lados de la isla, el del Brazo Oriental y Occidental, pero que es considerablemente mayor en el lado del Brazo Occidental. La ribera derecha del Cauce Principal esta tambien terminó erosionándose rápidamente en el codo inmediato aguas arriba. Para predecir los resultados a largo plazo de estos aspectos serpenteantes del rio en esta area, fue necesario investigaciones hidrograficas adicionales, medidas de descarga, recopilacion comprensiva de datos de suelos, etc. Un estudio detallado de esta situacion, a fin de predecir con minuciosidad los resultados finales de la erosion, porque podrían haber puesto en serio riesgo todo el malecón tarapaca de nuestra ciudad.

A mediados de la década del ochenta, los derrumbes se habían detenido por el alejamiento del río. Sin embargo lejos de iniciar las acciones de reconstrucción del malecón, lo que hicieron las autoridades de entonces fue otorgar de manera irresponsable autorizaciones de funcionamiento de un gran número de bares que se ubicaron en los espacios deteriorados que quedaron del antiguo malecón (Barrilito, Wester, Tip Top, etc.). A dichos espacios acudían todas las noches decenas de parroquianos Iquiteños y extranjeros para consumir ingentes cantidades de bebidas alcohólicas, en un espectáculo deprimente que decía «Fomentar el Turismo», tanto que debido al impresionante consumo de cerveza en la ciudad la revista Caretas nos llamo «Esponjas Charapas». A modo de ejemplo puedo citar que en 1972 el extremo sur de la ciudad correspondía al alineamiento de la calle Ricardo Palma. Doce años más tarde (1984), el extremo sur se encontraba alineado con la calle Pevas, es decir que en ese tiempo desaparecieron 700 metros cuadrados de suelo. Podemos decir que desde 1984 hasta la fecha, el río Amazonas a erosionado mas de mil metros cuadrados. Ello originó un proceso de sedimentación que paradójicamente permitió las obras de remodelación del malecón Tarapaca; ahora mal llamado «Bulevar»; que viene del francés Boulevard y se define como una calle ancha con un paseo arbolado, que dista mucho del concepto de nuestro malecón.

Para los lectores de esta columna les sugiero revisar las fotografías que acompañan este artículo, donde encontrarán variado material gráfico sobre los derrumbes ocasionados por el Río Amazonas. Ya que capturaron momentos para la eternidad, para mostrar lo que un día fue y nunca volverá a ser, nuestro orgulloso malecón, concretamente en la década del ‘50, observando un panorama con mucho verdor, y el majestuoso Río Amazonas besando sus orillas, que embelesados observaban los visitantes y lugareños que paseaban por el Malecón Tarapacá, hoy conocido como el Boulevard de Iquitos. Este tramo, antes que se lo lleve el río. Recordemos que el Malecón Tarapacá se construyo a finales del siglo XIX, y fue llamado así en memoria de los héroes caídos en la guerra con Chile; este fue financiado en una de las épocas de mayor esplendor económico de Iquitos (Época del Caucho), y fue un histórico punto de reunión de los primeros exploradores que se lanzaron a la aventura del descubrimiento de la selva peruana, brindando un hermoso recorrido a través de veredas y jardines; una incomparable vista del río Amazonas, y de los principales monumentos arquitectónicos de la ciudad, como el ex Hotel Palace, el ex Colegio San Agustín y el Museo Amazónico. Iquitos era conocida por estar “a orillas del Amazonas», el río más ancho y caudaloso del mundo y parte central de la inmensa cuenca amazónica. Pero actualmente. Para nuestra mala suerte el río Amazonas no pasa más frente a Iquitos, pasaba si, hasta que en la década del 80 producto de una acción conjunta de bancos de arena que se depositaron en meandros causaron la colmatacion (proceso de ampliación de tierra firme) del canal derecho del Amazonas que era el que pasaba frente a nuestra «Isla Bonita», mas las erosiones conjuntas, obligaron a las aguas de una de las 7 maravillas naturales del mundo a discurrir por la margen izquierda de «Padre Isla». Y dejó una inmensa zona baja libre frente a la ciudad, lo que antes servía como el puerto de Iquitos. Zona que, como era de esperar pronto empezó a habitarse. Ahora cuando nos apoyamos en el balaustre del viejo malecón vemos el río Itaya, uno de los tres ríos que rodean Iquitos, antes de desembocar en un brazo del río Amazonas. Lo que no cambió es que sigue siendo el mayor punto de encuentro de la ciudad, tanto lugareños, como turistas. En su actual recorrido ofrece una atractiva vista panorámica del río Itaya y del puerto de Belén, mal llamado «la venecia loretana» ya que han construido sus casas encima del rio sobre pilotes de madera o balsas por lo que en época de crecida, las amarran unas a otras y viven en el segundo piso dedicándose especialmente a la pesca, pero cuando el río baja, utilizan ambos pisos de las casas y cultivan la tierra de los alrededores, hacen lo que pueden, callando la tristeza del desamparo a la luz de un contrastante y bello atardecer…¿PORQUE NO SE HIZO ALGO EN SU MOMENTO PARA CAMBIAR ESTE CURSO CRUEL?