Desde que no leo la prensa deportiva española (inclúyase la catalana) me siento más libre de contaminación. Es como si fuera otra persona dentro de mi cuerpo. Puedo hacer chistes de mi club y de otros sin mala leche que es la impronta peninsular. Respiro y siento que mis palabras no están intoxicadas de ese veneno que es el cerrilismo que promueve la prensa deportiva de este lugar del globo terráqueo como diría vociferando un periodista de un radioperiódico del trópico húmedo. Debo decirlo que entre una de las peores prensa deportiva que he podido leer es la de la península española, en esta gran parcela entran los forofos culés de yahoo o de un tal Tomás Roncero- un madridista que bordea la estupidez, incluye también al memo de Piqué que les regala titulares como hacía Mourinho por estas tierras cuando era entrenador del Real Madrid. Es zafia, torticera, envidiosa, de algaradas, insidiosa entre otros adjetivos. Van de amores a odios en dos segundos. Uno de esos mantras que deben repetir es que cada día hay que adorar al becerro de oro. No hay noticia, por ejemplo, que alguien diga que Messi es el mejor del mundo, él sonríe y asiente con la mirada de asombro y complacido (recordemos que dijo una vez que no leía libros). Todos los días nos deben recordar como si fuéramos débiles mentales y de tanto repetir, supongo, que algunos se lo creen. Es como adorar al becerro de oro de la Biblia. Pero así también pasa con Cristiano Ronaldo, todos los puñeteros días deben adorarlo, tal o cual jugador que habla y opina sobre él alabándolo o denostándolo. Esos becerros a quienes adoran sufren de narcisismo. Es tan agotador esos panegíricos que terminas escaldado de tanta sandez. Luego está que todos los males está en el Real Madrid y en el Barcelona un poco más hay bendición del Papa Francisco para esos angelitos- recuerdo a Piqué escupiendo a un dirigente deportivo en plena celebraciones de la Copa del mundo de España, aquí la prensa le quitó hierra a esa malacrianza o insultando a los policías como cualquier niño de papa. Los jugadores del Barcelona Messi, Mascherano y Neymar han tenido graves líos con Hacienda. Han sido evasores fiscales si no los descubren ellos quedarían así tan panchos con las ganancias ilegales. Con los impuestos se construyen colegios, se hace posible el acceso a la salud presumo que estos argumentos a estos jugadores les da igual, ellos viven en su mundo. Unos grandes expertos fiscales son los padres de Messi y Neymar (este último pedía en su contrato mujeres para divertirse). Pero nadie habla de eso. A igual que la podrida dirigencia deportiva del club catalán que miente a las autoridades en los contratos de los jugadores como es el caso de los niños y llevaba el símbolo de UNICEF. En este negocio del fútbol casi todos tienen mácula incluido el Real Madrid. Pero no satanicemos a unos y bendigamos a otros, y eso es lo que troquelan estos medios de comunicación. Felizmente, he dejado de leer esa prensa tóxica y disfruto mejor del fútbol aunque pierda mi equipo.