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Un día X y durante varias ediciones un diario viene publicando las nuevas voces en narrativa de América latina, por lo general las personas entrevistas son personas jóvenes ¿buscarán cambios/relevos o generar “tendencias” [coletilla estéril muy de moda] con respecto a los escritores del boom o postboom? Es que esos reportajes y la manera de abordarlos tienen muchos agujeros como el queso gruyere, no se dicen los criterios de los elegidos, curiosamente tienen relación con las próximas novedades del grupo empresarial que las edita ¿ese es un criterio a tomar en cuenta? El periodismo cultural en esta parte de la península deja mucho que desear. Son reportajes edulcorados, con altas dosis de azúcar que resultan empalagosos. De difícil degustación. Está muy célebre la anécdota que un crítico literario por apostillar con agudeza el próximo lanzamiento de una novela de la casa editora a este señor lo despidieron sin más. Ese amiguismo desvirtuado me recuerda y mucho a los publireportajes que hacen a las políticas y políticos en revistas o diarios que se editan, lo que tengo muy fresco con las revistas editadas en la floresta. Era una entrevista al político de marras y seguidamente leías a página entera la publicidad de su municipio y las obras que se vienen ejecutando durante el período de gobierno; con el añadido de una foto donde salía el alcalde o alcaldesa junto a una obra. Así de fácil y el diario no advertía, seguro que no lo advierte hasta ahora, a los lectores que se trataba de un publicherri, como también se le conocía a estos reportajes con dirección para decirlo con eufemismo. Con los reportajes a estos y estas jóvenes novelistas está pasando lo mismo. La separata cultural del diario hace de Juan Palomo [ojo, no es el apellido del exrepresentante por Loreto], yo me lo guiso y yo me lo como, claro es del mismo grupo editorial que publicará la obra. Si fueran más transparentes advertirían previamente a los lectores, al menos así lo estipula su propio libro de estilo, pero como observan se pasan por el fajo. Lo curioso es que las revistas y separatas de literatura en esta parte del planeta tienen muy poco de literatura como el citado reportaje tiene poco de esta herramienta del buen periodismo.
