Los piratas del río vienen gestionando ante el impresionante Jurado Nacional de Elecciones votar en la segunda vuelta de las elecciones generales. El líder de los asaltantes, vestido con las clásicas prendas del oficio, visitó las instalaciones de dicho organismo para pedir una credencial para que sus afiliados voten en masa por cualquiera de los candidatos. Como es sabido tanto el viejo PPK como la hija predilecta del dictador, Keiko Sofia, pugnan brutalmente por ganar el voto de los piratas de todo el Perú. En Iquitos los piratas del río están divididos en pequeñas colectividades que discuten sobre lo que harán el día central de la segunda vuelta.

En la Lima virreinal de los balcones y los carretilleros los piratas han decido votar en blanco. Ello debido a que ninguno de los candidatos les garantiza el apoyo para que sigan con sus labores de toda la vida. Es decir, asaltar a quien quiera que fuera. Por otra parte, los piratas que viven en el extranjero han declarado en la cadena CNN que votaran viciado debido a que no creen en cualquier elección. Ese negativismo hace que el voto extranjero disminuya las posibilidades de cualquiera de los candidatos. En otra sentido, los piratas también piden al Congreso una ley que les garantice el libre derecho al trabajo. Pero Kenyi Fujimori Higuchi ha dicho que su mandato no permitirá la aparición de nuevos piratas para saquear el erario nacional.

Porque los piratas son fujimoristas de alma, corazón y vida. No pueden renunciar a la genética y por lo tanto, pase lo que pase, van a saquear otra vez la pobre patria peruana. Y, como siempre, el mediocre pueblo peruano aplaudirá a los delincuentes tal y como lo hizo a través de su lamentable historia. La única solución posible para esta patria es extirpar de raíz toda la basura fujimorista que ha sido la peor lacra de todos los tiempos.